Generando electricidad a partir del CO2

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Investigadores de la Universidad de Queensland han desarrollado un nanogenerador que convierte el dióxido de carbono (CO2), un prominente gas de efecto invernadero, en electricidad. Este dispositivo no solo promete ser una fuente de energía limpia, sino que también actúa de manera carbono negativa, consumiendo CO2 en el proceso.

El nanogenerador está compuesto por dos elementos clave: un gel de poliamina y nanoláminas de nitruro de boro. El gel de poliamina, ya utilizado industrialmente para la absorción de CO2, trabaja en conjunto con las nanoláminas, que son extremadamente delgadas. Estas nanoláminas facilitan la generación de iones positivos y negativos, cuyos diferentes tamaños y velocidades de movimiento crean una corriente de difusión. Esta corriente se amplifica posteriormente para generar electricidad, capaz de alimentar bombillas y dispositivos electrónicos.

Pruebas y resultados iniciales

El prototipo, que consiste en discos de 4 centímetros y pequeños rectángulos de hidrogel (compuesto en un 90% por agua), se probó en una caja sellada con CO2. Los resultados preliminares mostraron señales eléctricas alentadoras, lo que confirma el correcto funcionamiento del dispositivo. El proceso de desarrollo fue meticuloso, asegurando que los resultados fueran fiables y reproducibles.

Potencial y aplicaciones futuras

El nanogenerador ofrece dos aplicaciones futuras prometedoras. Por un lado, podría desarrollarse un dispositivo portátil que permita cargar teléfonos móviles o computadoras portátiles utilizando CO2 atmosférico. Por otro lado, existe la posibilidad de escalar esta tecnología para integrarla en procesos industriales de captura de CO2, lo que permitiría generar electricidad a gran escala.

Contexto global y proyectos similares

Esta innovación se enmarca en un contexto global donde la captura y utilización de CO2 está ganando relevancia como estrategia de mitigación del cambio climático. Proyectos similares incluyen el desarrollo de dispositivos que utilizan CO2 para producir combustibles líquidos y otros productos químicos, como los que están siendo explorados por compañías y universidades alrededor del mundo. Por ejemplo, empresas como Climeworks y Global Thermostat están desarrollando tecnologías avanzadas para la captura directa de aire, que podrían combinarse con tecnologías como la del nanogenerador para una solución integrada y sostenible. Otra que os comenté hace tiempo transformaba el CO2 en piedra. Tenéis otras propuestas en este enlace.

Conclusiones y perspectivas de futuro

El desarrollo de este nanogenerador es un ejemplo inspirador de cómo la ingeniería y la innovación pueden transformar problemas ambientales en oportunidades energéticas. Los investigadores de la Universidad de Queensland están optimizando la eficiencia y reduciendo los costos, con el objetivo de maximizar el potencial energético del CO2. A largo plazo, este enfoque no solo podría ayudar a reducir la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, sino también ofrecer una nueva forma de generación de energía limpia y sostenible.

El estudio lo tenéis en nature.com.