Buscar empleo en plataformas como Linkedin es algo muy común, ya que la red facilita el encuentro entre profesionales y empresas. Sin embargo, este avance también ha abierto puertas a estafadores que ven en los candidatos potenciales víctimas para sus fraudes. Recientemente, en Panda Security, han publicado un artículo comentando que existe un incremento preocupante de intentos de estafa laboral, donde se utilizan ofertas de trabajo falsas para robar datos, dinero e información personal.
En dicho artículo comentan un caso en el que una persona recibe un mensaje en LinkedIn que parece ser la oportunidad perfecta. La persona que lo contacta se presenta con un perfil completo y representa a una empresa reconocida en el sector. Todo parece legítimo hasta que la comunicación se traslada a WhatsApp, un cambio que, aunque sutil, marca el inicio de un posible fraude.
Este cambio de canal de comunicación es una táctica común entre los estafadores para ganar la confianza de sus víctimas y eventualmente dirigirlas hacia acciones que comprometan su seguridad. La historia que cuentan nos muestra que incluso los profesionales experimentados pueden ser susceptibles a estos engaños si no se mantienen alertas.
El proceso de estafa no se limita a un intercambio superficial. Los estafadores son pacientes, construyen una narrativa creíble y utilizan varios canales para establecer una relación de confianza. En el caso del ejemplo, el contacto se retomó después de una pausa, con conversaciones que poco a poco se desviaron hacia temas irrelevantes, antes de presentar un enlace a una supuesta oferta de trabajo.
Hervé Lambert, de Panda Security, nos recuerda la importancia de mantener una actitud de «confianza cero» en internet. Es fácil caer en la trampa cuando la oferta parece venir de una fuente legítima y el reclutador muestra paciencia y conocimiento. Sin embargo, es crucial recordar que los perfiles en LinkedIn pueden ser falsificados y que cualquier solicitud de cambio a un canal de comunicación más personal debe ser vista con escepticismo.
Para protegernos de estos timos, es fundamental aplicar el sentido común y mantener todas las conversaciones dentro de la plataforma original siempre que sea posible. La verificación de la información y la empresa, así como la alerta ante cualquier solicitud inusual, como pasar a WhatsApp o pedir datos personales prematuramente, son pasos clave para evitar ser víctima de un fraude.
El caso del ejemplo termina con la desaparición del reclutador tanto de LinkedIn como de WhatsApp, un recordatorio de que, tras el intento de estafa, los perpetradores suelen eliminar sus huellas digitales.
Este incidente subraya la necesidad de ser extremadamente cautelosos al buscar empleo en línea. Incluso en plataformas profesionales como LinkedIn, los estafadores buscan aprovecharse de la buena fe y las aspiraciones laborales de las personas. Cotejar la información, mantener la comunicación dentro de los canales oficiales y desconfiar de las ofertas que requieren información personal o financiera son prácticas esenciales en el mundo laboral actual.