Plex, la plataforma que originalmente se ganó el corazón de muchos por ser un oasis de contenido multimedia personal y compartido, ha decidido abrir sus puertas a un nuevo horizonte: el alquiler de películas.
Plex se ha caracterizado por ser un refugio para aquellos que, digamos, prefieren evitar los costos asociados a los grandes estudios de Hollywood. Sin embargo, su reciente incursión en el mundo de los alquileres de películas marca un giro interesante en su estrategia. Con un catálogo inicial de más de 1,000 títulos, incluyendo lanzamientos recientes como Barbie, Aquaman and the Lost Kingdom, y Mission: Impossible – Dead Reckoning, Plex promete brindar una solución conveniente para aquellos momentos en los que la búsqueda de entretenimiento parece una odisea entre múltiples servicios.
Lo que hace particularmente atractiva esta propuesta es la flexibilidad y conveniencia que ofrece. Con precios que oscilan entre los $3.99 y $5.99, Plex permite alquilar películas en una plataforma y disfrutarlas en otra, pero también supera las restricciones de dispositivos que normalmente no permiten alquileres directos, como aquellos de Apple. Sin embargo, es importante mencionar que, por el momento, esta opción solo está disponible en Estados Unidos.
Esta iniciativa de Plex puede verse como un esfuerzo por legitimar aún más su plataforma en un mercado dominado por gigantes del streaming y al mismo tiempo, ofrecer una alternativa a la creciente frustración de los usuarios con los precios de suscripción y la disponibilidad poco fiable de contenido en otras plataformas. La decisión de Plex de abstenerse de vender películas, citando las complicaciones de mantener un «locker» para el contenido comprado a largo plazo, refleja una consideración cuidadosa de su modelo de negocio y las necesidades de sus usuarios.
Recordemos que Plex ya había jugado con la idea de ofrecer alquileres desde 2020, pero redirigió sus prioridades hacia la integración de servicios de streaming y la adición de contenido gratuito con publicidad, adaptándose a la cambiante dinámica del consumo de medios impulsada por la pandemia. Esta evolución subraya la visión de Plex como un agregador de contenido, facilitando a los usuarios el acceso a una amplia gama de entretenimiento sin la necesidad de navegar por múltiples aplicaciones o servicios.
Para los usuarios habituales de Plex, esta nueva función de alquiler de películas podría no ser esencial, pero definitivamente es un valor agregado. La plataforma ha sido un santuario contra el cambio constante de disponibilidad de medios y el aumento de los precios de suscripción, permitiendo a los usuarios disfrutar de sus propias copias de seguridad legales de contenido o conectarse con amigos que comparten sus bibliotecas multimedia. La posibilidad de apoyar a Plex mediante el alquiler de películas, en lugar de contribuir a los ingresos de un «silo de streaming» específico, podría ser un incentivo atractivo para mantener la plataforma financiada y actualizada.
No podemos olvidar que Plex sigue siendo uno de los sitios preferidos por los que cuentan con cientos de películas guardadas en su disco duro y quieren tener su «propio Netflix» en cualquier plataforma, incluyendo el uso de algún NAS para evitar tener el ordenador encendido.