Cerca de la cumbre de una montaña submarina al oeste de la Dorsal Mesoatlántica, emerge un paisaje abrupto y fascinante: la Ciudad Perdida. Este campo hidrotermal, descubierto en el año 2000 a más de 700 metros de profundidad, destaca por su singularidad. Sus torres de carbonato, que varían desde pequeñas pilas hasta un gran monolito de 60 metros de altura, presentan un ecosistema único que ha sobrevivido durante al menos 120,000 años.
Un ecosistema próspero en condiciones extremas
La Ciudad Perdida no solo es notable por su longevidad sino también por su peculiar forma de vida. A diferencia de otros campos hidrotermales conocidos, este lugar es un hervidero de actividad biológica en un entorno que parece desafiar las condiciones normales para la vida. Las chimeneas de la Ciudad Perdida emiten gases a temperaturas cercanas a los 40 °C, creando un hábitat para una abundancia de caracoles y crustáceos. A pesar de las condiciones extremas, este entorno está repleto de vida, y merece nuestra atención y protección.
Importancia científica de la Ciudad Perdida
Los hidrocarburos generados por los respiraderos de la Ciudad Perdida no provienen del dióxido de carbono atmosférico ni de la luz solar, sino de reacciones químicas en el fondo marino. Esto plantea la posibilidad de que la vida haya tenido su origen en hábitats similares, no solo en nuestro planeta sino también en otros cuerpos celestes. El microbiólogo William Brazelton sugiere que ecosistemas como este podrían estar activos en las lunas de Saturno y Júpiter, Encélado y Europa, e incluso en Marte en el pasado.
Desafíos y amenazas
Desafortunadamente, la Ciudad Perdida no solo atrae a científicos. En 2018, se anunció que Polonia había ganado los derechos para explotar minas en el mar profundo cerca de este sitio. Aunque no hay recursos preciosos en el campo térmico mismo, la destrucción de sus alrededores podría tener consecuencias imprevistas. Algunos expertos están pidiendo que la Ciudad Perdida sea declarada como un sitio del Patrimonio Mundial para proteger esta maravilla natural antes de que sea demasiado tarde.
This is the Lost City, a towering ecosystem in the middle of the North Atlantic. It’s completely unique, with life found nowhere else on Earth. And if someone wanted to destroy it? There’s nothing you could do about it. No laws. No consequences. Welcome to the High Seas… pic.twitter.com/mdG5wOsr5h
— High Seas Science (@RebeccaRHelm) August 22, 2022
La Ciudad Perdida ha sido testigo de la fuerza duradera de la vida durante decenas de miles de años. Nosotros, como especie, nos enfrentamos al desafío de preservar este testimonio único de la resiliencia y diversidad de la vida en condiciones extremas. La Ciudad Perdida no solo es un fenómeno geológico y biológico, sino también un recordatorio de nuestra responsabilidad en la custodia de los tesoros naturales del planeta.
Referencias
Protecting the lost city hydrothermal vent system: All is not lost, or is it? https://doi.org/10.1016/j.marpol.2019.103593
Imágenes @RebeccaRHelm