La ciencia y el arte han cruzado caminos de nuevo, esta vez en el laboratorio de la Universidad de Viena. Un equipo de científicos ha desarrollado una técnica para crear imágenes digitales utilizando ADN como medio, abriendo nuevas posibilidades tanto en el mundo del arte como en el de la tecnología.
Los investigadores han utilizado pequeñas hebras de ADN vinculadas a moléculas fluorescentes que emiten luz en colores rojo, verde o azul. Estas hebras se combinan con una hebra de ADN más larga para formar lo que se conoce como un dúplex. La estabilidad de estos dúplex se puede ajustar para variar la intensidad del color.
El equipo ha logrado crear una paleta de 16 millones de colores únicos con una profundidad de color de 24 bits. Esto se logra ajustando la estabilidad de cada dúplex de ADN, lo que permite variar la sombra de cada color. La técnica abre la puerta a una gama de colores comparable a la que se usa en tintas y pantallas digitales.
La técnica de síntesis de matriz sin máscara (MAS) es crucial para este desarrollo. Permite sintetizar cientos de miles de secuencias de ADN a la vez, determinando qué color colocar en cada «píxel» del lienzo. El resultado es una imagen de alta resolución de 1024 x 768 píxeles, aproximadamente del tamaño de una uña.
Si bien el enfoque inicial ha sido el arte, la capacidad del ADN para codificar grandes cantidades de información hace que esta tecnología sea prometedora para el almacenamiento de datos. La programabilidad del ADN podría permitir avances significativos en este campo.
El estudio ha sido publicado en el Journal of the American Chemical Society. Los investigadores sugieren que el proceso podría escalarse a resoluciones de Full HD y 4K en el futuro.
Será muy interesante ver cómo las disciplinas de la ciencia y el arte pueden colaborar para abrir nuevos caminos en campos tan diversos como el almacenamiento de datos y la representación visual, tal y como os comentamos hace años.
Podéis ver los resultados en medienportal.univie.ac.at