Una reciente encuesta revela un dato inquietante: el 42% de los CEOs de importantes empresas considera que la inteligencia artificial (IA), herramienta que ellos mismos están incorporando en sus negocios, podría ser la causa del fin de la humanidad en la próxima década. Este estudio, llevado a cabo por la prestigiosa cumbre de CEO de Yale, contó con la participación de líderes de empresas como Walmart, Coca-Cola, Xerox y Zoom, aunque no se especificaron las respuestas individuales.
El impacto de la IA en el mercado laboral
Mientras estos CEOs contemplan escenarios apocalípticos, la IA está dejando huella en el mundo laboral. En mayo, se registró una pérdida de casi 4,000 empleos a causa de la automatización impulsada por IA. Arvind Krishna, CEO de IBM, ha anunciado la detención de nuevas contrataciones para dar paso a más implementaciones de IA, especialmente en posiciones de oficina y departamentos no orientados al cliente, lo que supone aproximadamente 26,000 puestos en IBM.
El temor a una recesión
En un escenario económico incierto, las corporaciones parecen estar mirando a la IA como una solución para reducir costos y aumentar la eficiencia. Con una recesión en el horizonte, la transición de la fuerza laboral humana a la «fuerza laboral» de la IA podría ser una táctica para ahorrar dinero e impresionar a los accionistas.
El potencial de la IA para aumentar la productividad
Sin embargo, la IA no solo implica desempleo y temores distópicos. Los datos recientes de la Universidad de Stanford y el MIT revelan que la IA puede ser un complemento valioso para el trabajo humano, haciendo tareas tediosas más fáciles o incluso eliminándolas por completo. Según estos estudios, el 14% de los empleados que utilizaron ChatGPT en su flujo de trabajo vieron un aumento en la productividad, con los trabajadores menos experimentados y menos cualificados completando tareas un 35% más rápido.
El papel de los CEOs frente a la IA
Los CEOs, aquellos que tienen el poder de decidir el papel de la IA en nuestra sociedad, parecen tener opiniones divididas y estrategias contrastantes. Entre el temor a un apocalipsis de IA y el deseo de maximizar las ganancias corporativas, ¿dónde se sitúa el bienestar de los empleados y, en última instancia, el futuro de nuestra especie?