Un equipo internacional de investigadores ha utilizado la tecnología moderna para recrear la posible apariencia del famoso faraón egipcio Tutankamón. A través de una combinación de tomografías computarizadas y meticulosas medidas de su cráneo, han dado vida a una imagen sorprendentemente detallada del joven rey.
Un vistazo a la antigua realeza egipcia
Un cráneo único
Al examinar las tomografías computarizadas, los investigadores descubrieron que el cráneo de Tutankamón era más largo de lo normal. Este detalle, sumado al volumen excepcionalmente grande de su cerebro, parecen ser rasgos naturales del faraón. Es decir, no son el resultado de deformaciones craneales intencionadas, práctica común en algunas culturas antiguas.
Reconstrucción facial en detalle
Para obtener una imagen más realista de Tutankamón, el equipo creó dos aproximaciones faciales. La primera, en gris, mostraba al faraón con los ojos cerrados en una posición neutral. La segunda, una versión a color, le daba un aspecto más humano, con un tono de piel oscuro, una cabeza afeitada y el delineador de ojos característico de la época.
La tecnología al servicio de la arqueología
La recreación facial de Tutankamón no es la primera, pero sí es una de las más detalladas gracias al uso de tecnología avanzada. Este tipo de investigaciones permite a los arqueólogos y a los historiadores obtener una visión más completa y precisa de figuras históricas importantes. La tecnología, en este caso, actúa como un puente entre el pasado y el presente, permitiéndonos ver a Tutankamón tal como podría haber sido visto por sus contemporáneos.
Las recreaciones faciales son una herramienta valiosa en arqueología, pero también nos recuerdan que, más allá de los artefactos y las inscripciones, estos personajes históricos fueron seres humanos reales. Ver el rostro de Tutankamón nos conecta con él de una forma más personal y nos ayuda a entender mejor el mundo en el que vivió.
Fuente: Live Science