China logra éxito en experimento de interfaz cerebro-computadora en un mono

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China ha logrado un hito tecnológico al realizar con éxito su primer experimento de interfaz cerebro-computadora en un mono. Esta tecnología permite traducir las señales eléctricas emitidas por el cerebro en comandos que pueden ser utilizados para controlar una máquina. Esta tecnología se está desarrollando para ayudar a las personas con discapacidades motoras a interactuar con su entorno y mejorar su calidad de vida.

¿Qué es una interfaz cerebro-computadora (BCI)?

Una interfaz cerebro-computadora (BCI, por sus siglas en inglés) es un dispositivo que conecta el cerebro con una computadora. Permite a los usuarios controlar una máquina, como un brazo robótico, simplemente pensando en el movimiento que desean realizar. Estos dispositivos pueden ser invasivos o no invasivos. Los BCI invasivos requieren la implantación de electrodos en el cerebro, mientras que los no invasivos se colocan en la superficie del cuero cabelludo.

Técnicas de BCI utilizadas en el experimento

El experimento de China utilizó la técnica de BCI interventivo, que conecta el cerebro a la computadora mediante una cirugía mínimamente invasiva. En este caso, se colocó un electroencefalograma (EEG) en la pared cerebrovascular de un mono para recopilar señales EEG. Estas señales permitieron el control activo de un brazo robótico con los pensamientos del mono.

El BCI interventivo es menos invasivo que los BCI invasivos, que requieren una cirugía en la cabeza. Sin embargo, según los expertos de la industria, el BCI invasivo proporciona la señal EEG más precisa de los tres métodos.

Por otro lado, los BCI no invasivos utilizan una gorra EEG para recopilar señales cerebrales a través del cuero cabelludo. Aunque son más seguros que los métodos invasivos, la calidad de la señal EEG es menor.

La tecnología BCI tiene aplicaciones en campos como la medicina y la robótica. Además de ayudar a las personas con discapacidades motoras, se está investigando su uso en la comunicación cerebral directa, la conducción de vehículos y otras aplicaciones futuristas.

¿Es como lo de Neuralink?

La tecnología desarrollada por Neuralink y la de los investigadores chinos tienen algunas similitudes, ya que ambas se centran en la interfaz cerebro-computadora (BCI) para mejorar la calidad de vida de las personas con disfunción motora. Sin embargo, también hay diferencias significativas en el enfoque de cada grupo.

Neuralink se centra en la tecnología de chips implantables para la grabación y estimulación del cerebro. La compañía ha desarrollado chips implantables que pueden grabar y transmitir señales cerebrales a dispositivos externos, lo que permite el control de los dispositivos con la mente. Neuralink ha demostrado su tecnología en experimentos con cerdos y monos, lo que sugiere que algún día podría ser utilizada para ayudar a personas con discapacidades motoras a controlar sus dispositivos con la mente.

Por otro lado, el experimento de los investigadores chinos se centra en la técnica de BCI interventivo para la decodificación de señales cerebrales. En este caso, los investigadores utilizaron una técnica mínimamente invasiva para conectar el cerebro de un mono a una computadora y permitir el control del movimiento de un brazo robótico con los pensamientos del animal.

El informe indica que este avance tecnológico en el campo de la BCI demuestra que China está a la vanguardia de la «guerra tecnológica» con los Estados Unidos. Aunque los Estados Unidos tienen una ventaja en la tecnología BCI invasiva, China es líder en la decodificación de señales cerebrales no invasivas y en la aplicación de sistemas cerebro-computadora.