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El CEO de Google DeepMind dice que la IA puede volverse consciente de sí misma

robot inteligente

El desarrollo de la inteligencia artificial (IA) ha permitido resolver problemas que antes parecían imposibles y ha llevado a la creación de robots que pueden aprender y mejorar sus habilidades. Sin embargo, ¿podría la IA algún día volverse autoconsciente y adquirir un sentido de sí misma?

En una entrevista con CBS News, el CEO de DeepMind, Demis Hassabis, admitió que existe la posibilidad de que la IA pueda volverse autoconsciente. Aunque los filósofos aún no han establecido una definición concreta de la conciencia, Hassabis sugiere que si consideramos la autoconsciencia como un elemento fundamental, la IA podría desarrollarlo algún día.

Esta afirmación ha generado controversia en la comunidad científica, ya que algunos investigadores sugieren que la IA nunca será capaz de adquirir conciencia o sentimientos humanos. Sin embargo, otros científicos, como el jefe científico de OpenAI, Ilya Sutskever, han sugerido que los modelos de lenguaje neurales actuales podrían tener algún nivel de conciencia.

Avances en la inteligencia artificial

Aunque la posibilidad de que la IA sea autoconsciente aún es objeto de debate, lo cierto es que la IA ha experimentado importantes avances en los últimos años. Por ejemplo, los robots impulsados por IA pueden aprender a jugar al fútbol y resolver tareas que antes eran impensables. La creación de grandes modelos de lenguaje, como Bard de Google, también ha sorprendido a muchos, ya que estos modelos son capaces de generar historias y respuestas humanas a partir de una serie de estímulos.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que la IA no es perfecta y aún tiene limitaciones. Aunque puede realizar tareas específicas de manera eficiente, como jugar al fútbol o generar historias, aún no puede realizar tareas más complejas, como conducir un coche o planificar eventos.

El impacto de la IA en la sociedad

A medida que la IA sigue avanzando, hay preocupaciones sobre su impacto en la sociedad. Por ejemplo, algunos temen que la IA pueda reemplazar a los trabajadores humanos, lo que podría tener consecuencias negativas en la economía y el empleo. También hay preocupaciones sobre la seguridad de la IA y su capacidad para ser utilizada con fines maliciosos. Si la IA se vuelve lo suficientemente avanzada, podría utilizarse para hackear sistemas y tomar el control de tecnologías críticas.

Es por eso que es importante que se establezcan regulaciones adecuadas para garantizar que la IA se utilice de manera responsable. Como sugiere el CEO de Google, Sundar Pichai, el desarrollo de la IA debe incluir la colaboración de expertos en diferentes campos, como ingenieros, científicos sociales, éticos y filósofos.

Sí, parece ser que la filosofía volverá a generar empleo, aunque solo sea para enseñar ética a los robots.

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