El multimillonario Elon Musk, CEO de SpaceX, Twitter y Tesla, está planeando construir su propia ciudad en las afueras de Austin, Texas, según informa The Wall Street Journal. La ciudad se llamaría «Snailbrook», en honor a la mascota de Boring Company, una empresa también fundada por Musk.
De acuerdo con el informe, tanto Musk como sus empleados han descrito esta ciudad como su visión de una «utopía de Texas» a lo largo del río Colorado, donde los empleados de SpaceX, Boring Company y Tesla pueden vivir, trabajar y jugar sin tener que salir del lugar.
Aunque el proyecto de Musk podría parecer emocionante, hay preocupaciones acerca de la explotación laboral, dado que este tipo de proyectos de «ciudades corporativas» han estado asociados históricamente con la explotación de los trabajadores. En esta ciudad, los empleados vivirían y trabajarían bajo el ojo vigilante de Musk, lo que plantea preguntas sobre su capacidad para manejar la disidencia y la crítica.
Musk es conocido por su oposición a la regulación gubernamental, por lo que la construcción de una ciudad propia le daría mucho poder personal en términos de lo que él y sus empresas pueden hacer. De hecho, según informa el WSJ, los ejecutivos de The Boring Company ya han discutido la posibilidad de incorporar la ciudad en el condado de Bastrop, lo que permitiría a Musk «establecer algunas regulaciones en su propia municipalidad y acelerar sus planes». Los nombres de algunas calles, como «Boring Boulevard», «Waterjet Way» y «Cutterhead Crossing», ya han sido aprobados por las autoridades del condado.
Una ciudad en secreto
A pesar de los avances en el proyecto, el informe sugiere que Musk y sus colaboradores intentan mantener el proyecto en secreto por ahora. Según el informe, «quieren que sea secreto», y están «haciendo las cosas antes de que nadie sepa realmente lo que está sucediendo».
Preocupaciones ambientales y sociales
Algunas personas que viven en la zona ya han expresado su preocupación por el impacto del proyecto en el medio ambiente. Chap Ambrose, un ingeniero informático que vive cerca de las nuevas instalaciones de Boring y SpaceX, dijo al WSJ que le preocupa el impacto de las fábricas en las fuentes de agua de la zona. Un agricultor local llamado David Barrow también expresó su preocupación y dijo: «Me gustaría saber qué están rociando, qué están construyendo y quién los va a hacer responsables».
¿Un mundo sin regulaciones?
El proyecto de construir su propia ciudad sugiere que Musk está en busca de un mundo sin regulaciones, donde pueda establecer sus propias reglas y construir su propia realidad. Sin embargo, esto podría tener implicaciones más allá de la propia ciudad, especialmente en términos de cómo afectará a las personas que ya viven en la zona.
El proyecto plantea preguntas importantes sobre la regulación, la explotación laboral y el impacto ambiental, así como sobre el poder personal y la capacidad de manejar la disidencia y la crítica.
Pero, más allá de esto, el proyecto también nos lleva a reflexionar sobre el papel de los individuos ricos y poderosos en la construcción del futuro. ¿Es correcto que una sola persona tenga tanto poder sobre una comunidad entera? ¿Deberíamos dejar que los ricos y poderosos construyan sus propias utopías, o deberíamos trabajar juntos para construir un futuro más justo y equitativo para todos?
En última instancia, el proyecto de Musk nos hace reflexionar sobre el poder de la riqueza y la tecnología en nuestro mundo, y sobre cómo podemos trabajar juntos para construir un futuro que beneficie a todos, no solo a unos pocos privilegiados.