Con la inmensa cantidad de nuevos servicios que están apareciendo, donde la IA se encarga de «hacer el trabajo sucio», era cuestión de tiempo que tuviéramos a disposición sitios como el que os voy a comentar hoy.
Se trata de travelmoji.xyz, una web en la que solo tenemos que decir a dónde vamos y cuántos días queremos pasar. Podemos especificar si queremos ir con calma o a toda marcha, o si somos veganos, o queremos disfrutar de deportes y otras aficiones.
Después de pocos minutos tendremos un plan detallado, donde nos dice lo que podemos hacer cada hora, los sitios que podemos visitar y lo que podemos hacer en cada uno de ellos.
La información la obtiene de internet, claro, de la enorme cantidad de sitios que ofrecen rutas personalizadas, pero hay cosas que se pierden por el camino.
Probando travelmoji
Probando con Barcelona, tres días, hace un recorrido bastante completo, pero recomienda visitar el zoo, un recinto que está en pleno proceso de actualización, nada recomendable en estos momentos. Lo que me hace pensar que la información no está en absoluto actualizada.
Calles cerradas por obras desde hace meses se transforman en paseos turísticos agradables, edificios que no admiten turistas pasan a abrir sus puertas… la IA no es capaz de saber lo que ocurre en cada ciudad en cada momento, por lo que el acceso a alguien local que ayude con el tema sigue siendo indispensable.
Una IA puede tener dificultades para proporcionar recomendaciones precisas y personalizadas si no tiene conocimiento profundo de la ubicación turística y las diversas atracciones y servicios disponibles en el destino.
Pero no es el único problema al que se puede enfrentar una web como travelmoji, puede haber una falta de comprensión del contexto. La IA puede tener dificultades para comprender el contexto de un viaje en particular, como el propósito del viaje, las preferencias y el presupuesto del turista. Por mucho que le digamos algo en un pequeño formulario, el resultado puede ser inexacto, lleno de sorpresas para el bolsillo del usuario.
La IA se basa en datos y algoritmos para proporcionar recomendaciones. Si estos datos son incompletos o sesgados, o si los algoritmos están mal diseñados, la IA puede proporcionar información inexacta. Por otro lado, los planes de viaje pueden cambiar en cualquier momento debido a problemas imprevistos, como el clima o problemas de transporte, cambios que una IA no tiene como saber, siendo difícil proporcionar recomendaciones alternativas en tiempo real.