Los cruceros son auténticas ciudades flotantes. Miles de personas consumiendo energía, comiendo varias veces al día, participando de fiestas y eventos… la cantidad de recursos necesarios para hacer algo así posible es enorme, y debe hacerse de forma sostenible.
Recientemente estuve hablando con Rafael Fernández-Álava, de Costa Cruceros, quien me comentó que llevan implementando su Agenda de Sostenibilidad desde 2015, y me habló de varias acciones que han realizado y que tienen un impacto importante en este tema.
La gran mayoría de los puntos comentados tienen los mismos objetivos: la reducción de su huella de carbono, la mejora de las emisiones atmosféricas de la flota, la reducción de la generación de residuos y la mejora de la eficiencia en el uso del agua.
Podéis leer la lista completa en este enlace. Aquí tenéis lo que más me llama la atención:
– Apostaron por el Gas Natural Licuado, de hecho presentaron el primer barco del mundo propulsado de esta forma, el Costa Smeralda, activo desde 2019, y el Costa Toscana.
– Programa 4GOODFOOD para reducir el desperdicio de alimentos. Lo redujeron en un 35% en solo 18 meses de programa. Participan de varios programas de distribución y cultivo de alimentos entre personas necesitadas.
– Programa «Operación Océanos Vivos», proyecto de gestión medioambiental implementado por Carnival Corporation, la compañía matriz de Costa Cruceros. El objetivo es disminuir el consumo de plásticos de un solo uso.
– Algunos de sus cruceros cuentan con plantas desalinizadoras a bordo para transformar agua salada en agua dulce.
– Se separan a bordo el plástico, el papel, el cristal y el aluminio.
– Cuentan con sistema de limpieza del aire que elimina casi todas las emisiones de óxido de azufre, el 75% de todas las partículas y reduce sustancialmente las emisiones de óxido de nitrógeno.
– Trabajan en la creación de células capaces de producir electricidad capturando el CO2 emitido por los barcos.
Son grandes cambios que demuestran cómo, si se quiere, se puede. Al mismo tiempo se está trabajando en conseguir plataformas de carga eléctrica de cruceros en los puertos españoles, aunque aún estamos lejos de conseguir el objetivo propuesto, ya que solamente Barcelona está avanzando significativamente en este tema.