Europa quiere lograr cero emisiones netas para el año 2050, algo muy difícil de conseguir si no se apuesta fuerte por las energías renovables.
Ese es el motivo por el cual la energía solar entregada de forma inalámbrica desde el espacio a la Tierra, SBSP (siglas de energía solar basada en el espacio), es una solución que está encima de la mesa.
En The Verge han publicado un extenso artículo sobre el estado de esta tecnología, y aquí os marco los puntos más importantes a tener en cuenta:
– La luz solar es diez veces más intensa en la parte superior de la atmósfera que en la superficie de la Tierra, motivo por el cual hay que aprovechar para capturar la energía lo más arriba posible.
– Se lanzarán satélites para recolectar energía solar constantemente, y la transmitirán de forma inalámbrica a la Tierra a las estaciones receptoras.
– El nombre del programa responsable por esa tarea es Solaris, y se tomará una decisión sobre el tema en 2025.
– Un solo satélite de energía solar generaría alrededor de 2 GW de energía, equivalente a una central nuclear convencional, capaz de alimentar a más de un millón de hogares.
– Se necesitaría ensamblar cientos de piezas en el espacio para crear una gran estación solar en el espacio. Una de las propuestas es instalar la capacidad industrial en la Luna para construir satélites de energía solar desde allí, para evitar el coste de lanzar cohetes constantemente para enviar piezas. Se está incluso analizando la posibilidad de crear un elevador espacial lunar, un cable de 100 000-200 000 km que se extendería desde la superficie de la Luna hacia la Tierra para enviar material.
– Se usará tecnología de transmisión de energía inalámbrica (WPT) para enviar la energía recolectada a la superficie de la Tierra.
Lo dicho, todo esto se decidirá en 2025, cuando sabremos si es tecnológicamente viable y se hagan los números necesarios para ver quién paga qué.
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