Esta semana se está realizando uno de los eventos más esperados por la criptocomunidad.
Se trata de la actualización de la red Ethereum, una actualización a la que llaman «The Merge», «La fusión», la fase inicial de las actualizaciones de Ethereum.
La red solo validará las transacciones utilizando el método de Prueba de participación (PoS), finalizando las validaciones de Prueba de trabajo (PoW).
El objetivo es reducir el gasto de energía en un 99,5%, haciendo que la cadena de bloques sea aún más eficiente en la ejecución de protocolos. Además, esta actualización promete garantizar más seguridad, optimización y escalabilidad.
Esta actualización generará cambios en Ethereum, pero también puede afectar los precios de los activos a corto, mediano y largo plazo.
No reducirá las tarifas ni aumentará la velocidad de la red, es solamente un plan de escalabilidad de red más grande. La red solo funcionará en modo Prueba de participación (PoS), pero aún no será posible retirar los valores colocados en participación.
Lo que está claro, es que después del evento, la emisión de nuevos ETH disminuirá drásticamente. Se estima que el recorte de emisiones debería ser de alrededor del 90%, ya no se emitirán tokens ETH destinados a remunerar a los mineros y comenzarán a recibir una reasignación de tarifas de transacción.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que el proceso de actualización de Merge puede salir mal. Cualquier actualización a una cadena de bloques puede salir mal, es por eso que se ha esperado tanto por The Merge, ya que tomó varios meses de pruebas y estudio.
Los eventos de alta volatilidad dan como resultado mayores volúmenes de negociación. The Merge traerá importantes cambios positivos a Ethereum, como la transformación en una red mucho más «verde», y eso atrae inversores institucionales, por lo que está claro que habrá mucho movimiento en las próximas semanas.
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