Neuralink nació prometiendo mucho. Vimos vídeos de un mono jugando con una pantalla usando solo el pensamiento, y hay una enorme cantidad de noticias de los avances que se estaban consiguiendo con el implante cerebral de esta empresa de Elon Musk, pero los problemas existen, y son muchos.
Por un lado no podemos dejar de recordar que algunos de los monos que participaron del experimento, murieron, pero ahora se han publicado más piedras en el camino.
Paul Merolla, otro de los cofundadores de Neuralink, ha dejado el equipo, siendo el octavo ya que sale por la puerta. Elon Musk prometió crear un «Fitbit en tu cráneo», pero parece que de momento todo quedará en ciencia ficción.
Dos personas familiarizadas con el asunto dijeron a Reuters que Merolla, experto en aprendizaje automático, había dejado la compañía, pero aún no se han divulgado los motivos.
Neuralink fue fundada en 2016, hace ya seis años, pero no consigue tener el éxito de Tesla o SpaceX, otras empresas de Elon Musk. En 2020 la compañía estaba luchando con plazos apresurados y proyectos cancelados, y los informes de maltrato animal no ayudaron a mejorar la imagen, precisamente. También hay ex empleados se han quejado de las condiciones de trabajo.
En 2021, hace solo un año, fue el presidente de Neuralink, Max Hodak, quien abandonó el barco para montar su propia empresa, Science Corp, llevándose consigo a algunos empleados de alto rango de Neuralink.
Esto no significa que los implantes neuronales no funcionen, o que no sean una maravilla de la ciencia y de la tecnología, pero parece que aún es pronto para exponer a la humanidad a algo así.