Computadora cuántica funciona a temperatura ambiente junto a otras computadoras clásicas

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Hay muchas cosas de la física cuántica que siempre nos costará entender, principalmente porque estamos acostumbrados a la física del colegio, a la que se basa en la fuerza de la gravedad, en el magnetismo y poco más. Todo lo que sale de ahí parece incomprensible, porque no lo aceptamos de forma natural.

Es lo que ocurre con las partículas que se emparejan sin importar la distancia entre ellas, algo que permitirá en el futuro transmitir datos instantáneamente a través del entrelazamiento cuántico, o realizar viajes espaciales con solo pestañear, quién sabe.

Y mientras muchos seguimos intentando aceptar leyes hasta ahora desconocidas, otros van más allá. Ese es el caso de una instalación de supercomputadoras en Australia, la primera en tener una computadora cuántica integrada.

La magia de lo que ha hecho la startup Quantum Brillianc está en el tener el procesador cuántico funcionando a temperatura ambiente, junto con las supercomputadoras clásicas del Centro de Investigación de Supercomputación de Pawsey.

Estas computadoras pueden realizar cálculos mucho más rápido porque los bits cuánticos pueden existir en múltiples estados a la vez, pero para que la información sea fiable es necesario tener condiciones muy especiales. Generalmente solo funcionan a temperaturas justo por encima del cero absoluto, lo que limita dónde se pueden usar estas computadoras cuánticas. Para que funcione a temperatura ambiente, los qubits no están hechos de superconductores, sino de redes de diamante, mucho menos sensibles a las vibraciones térmicas y más resistentes a los choques mecánicos.
Diamante sintético cuántico

En la imagen podéis ver un diamante sintético cuántico.

Según comentan en el artículo de presentación:

El proyecto ahora se utilizará para desarrollar una solución de diagnóstico e ingeniería para operar una computadora cuántica en un entorno HPC, con los equipos trabajando para recopilar y mejorar los datos y ciclos de mantenimiento, demostrar el coprocesamiento clásico y cuántico e integrar el sistema con Setonix.

Usarán esta instalación para probar modelos híbridos de computación cuántica y tradicional, para ayudar a los científicos a comprender mejor estas computadoras cuánticas y realizar cálculos que los ordenadores clásicos no pueden realizar.