Hume AI es una nueva compañía emergente que ha querido ir muy lejos en la detección de emociones humanas mediante la Inteligencia Artificial, entendiendo que no hay un patrón universal para la detección de las emociones, existiendo grandes diferencias en la forma en el que las personas expresan sus emociones según su procedencia.
De esta manera, Hume AI trata de ser más preciso frente a soluciones desarrolladas por empresas rivales como Neurodata Labs, Entropik Technology, Eyeris, entre muchas empresas emergentes, que se suman a empresas veteranas que también han abrazado la identificación de las emociones humanas mediante Inteligencia Artificial como Nuance, adquirida por Microsoft el pasado año, y Affectiva, entre otras.
Hume AI pertenece a un segmento concreto de la industria de la Inteligencia Artificial, conocida como inteligencia artificial emocional, que espera casi duplicar el tamaño de la misma para el año 2026, según Markets and Markets.
Presentada ahora por VentureBeat, Human AI señala que para hacer frente a la complejidad de la detección de las expresiones humanas mediante IA, dispone de un conjunto de datos de expresiones, faciales y vocales de personas de una amplia variedad de orígenes a través de 1,1 millones de imágenes y vídeos sobre expresiones faciales pertenecientes a más de 30.000 personas diferentes en EE. UU., China, Venezuela, India, Sudáfrica y Etiopía.
Esto se suma además a las expresiones registradas en 900.000 grabaciones de audio de más de 25 000 personas, siendo en su conjunto un muestreo quizás algo más reducido que sus directos rivales, pero orientado para abarcar «una gama extremadamente amplia de expresiones».
Sobre su futuro, apuntan a que:
A medida que ha aumentado el interés en acceder a nuestros modelos empáticos de IA, nos hemos estado preparando para aumentar el acceso a ellos a escala. Por lo tanto, lanzaremos una plataforma para desarrolladores que proporcionará documentación API y un campo de juego para desarrolladores e investigadores
Para mejorar la precisión de su IA:
También estamos recopilando datos y modelos de capacitación para la interacción social y los datos conversacionales, el lenguaje corporal y las expresiones multimodales que anticipamos que ampliarán los casos de uso y nuestra base de clientes
Lo más curioso es que su IA no se limitará a evaluar simplemente las emociones humanas, ya que esperan ir más lejos con su futura aplicación práctica a través del mundo de la robótica.
Para ello están trabajando con Hoomano, empresa emergente especializada en el desarrollo de robots sociales, buscando crear robots que actúen como asistentes digitales que ofrezcan recomendaciones en base a sentimientos.
También han llegado a acuerdos con investigadores de Mount Sinai y la Universidad de California en San Francisco para conocer si la IA es capaz de detectar señales de depresión y esquizofrenia que otros modelos no lograron encontrar hasta ahora.
Para su fundador, Alan Cowen:
Hume AI proporciona las herramientas necesarias para garantizar que las tecnologías estén diseñadas para mejorar el bienestar de sus usuarios. Sin herramientas para medir las señales de las emociones, no hay forma de saber cómo un sistema de IA procesa estas señales y afecta las emociones de las personas, y no hay esperanza de diseñar el sistema para que lo haga de manera consistente con el bienestar de las personas
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