Desde que se implementaron las diferentes vacunas para combatir los efectos de la COVID-19, los gobiernos, a través del sistema de salud, han hecho lo necesario para que los ciudadanos puedan acceder a estas y obtener así las dosis requeridas para erradicar el avance de esta enfermedad.
Si bien muchos han acudido al llamado de ponerse las vacunas, otros han preferido mantenerse al margen y negarse a ser vacunados, alegando diferentes motivos, algunos de ellos rayando en el extremo de la conspiranoia.
Esto último ha hecho que tanto gobiernos como empresas hayan establecido límites para las personas que decidan saltarse esta medida.
En ese sentido, Google, una de las empresas más conocidas dentro del sector tecnológico, ha fijado posición al respecto informando recientemente que está contemplando la posibilidad de despedir a aquellos empleados que decidan no vacunarse contra la COVID-19.
Dicha acción surge tras la aprobación de un decreto hecho por el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, el pasado mes de septiembre donde establece que todas aquellas empresas que tengan una nómina laboral superior a 100 empleados será requerido que cada uno de ellos esté vacunado para poder continuar sus labores. En caso contrario, la empresa deberá llevar a cabo pruebas semanales.
Añadido a esto, los empleados deberán proporcionar a la gran G los datos correspondientes a la prueba de vacunación, de manera que estos sean cargados luego a un sistema, teniendo para ello plazo hasta el 13 de enero de 2022.
Pasado este tiempo aquel empleado que no cumpla con estas pautas será sometido a un proceso de despido ejecutado en etapas, es decir, recibirán una licencia vigente por 7 meses con el 100% pagado el primer mes.
Si en los 6 meses restantes el empleado continúa negándose a vacunarse, entonces Google procede a retirarlo de sus funciones y despedirlo.
En declaraciones ofrecidas, Google señaló que sus requisitos de vacunación representaban una medida justa para mantener la seguridad sanitaria dentro de su fuerza laboral y garantizar así la continuidad de sus servicios.
Así también, la empresa indicó que está comprometida a hacer todo lo necesario para facilitar el acceso a las vacunas a sus empleados.
Si bien estas medidas no aplicarían a aquellos empleados que estén realizando su trabajo de forma remota es probable que el próximo año deban vacunarse, ya que Google espera que la mayor parte de su nómina se incorpore de forma presencial asistiendo a las oficinas un par de días a la semana.