Dentro del amplio potencial de acción que tiene la inteligencia artificial en el mundo científico, periódicamente conocemos nuevos esfuerzos para utilizar esta tecnología como un instrumento que potencie la labor que se desarrolla en variados ámbitos. Entre aquellos, destaca la medicina uno de los principales, que entre otros desafíos tiene en la mira al cáncer desde hace un buen tiempo.
Bajo este punto, recientemente han surgido avances que de la mano de la IA, centran su foco en la oportuna y adecuada detección del cáncer de mama, como un sistema desarrollado por Google que analiza datos de mamografías y otro mecanismo que tuvo origen en la Universidad de Waterloo, que analiza datos sondeados mediante microondas inocuas para el cuerpo. A la lista sumamos un nuevo sistema presentado recientemente, que promete precisar los diagnósticos emitidos al analizar exámenes de ultrasonido.
Perfeccionando una tecnología imprecisa con la ayuda de la inteligencia artificial
Uno de los mecanismos más utilizados para la detección del cáncer de mama es mediante radiografías localizadas, conocidas popularmente como mamografías. En paralelo, como alternativa se encuentra presente el análisis mediante ultrasonido, técnica utilizada en ecografías.
El uso de ultrasonido es menos costoso que la examinación mediante mamografías. Fuera de la ventaja económica, esta tecnología resalta por no exponer a sus pacientes a radiación. Sin embargo, la principal deficiencia que aleja a esta tecnología del uso masivo en laboratorios es su amplio margen de error, arrojando como resultados una cifra de falsos positivos superior a la media asociada a una mamografía convencional.
Esta innovación, que promete potenciar la debilidad del ultrasonido en este campo, fue desarrollada por investigadores de la Universidad de Nueva York. Los pormenores del desarrollo presentado, mayormente técnicos, fueron publicados por la revista Nature Communications. Entre las observaciones ahí compartidas, se señala que el nuevo sistema de ultrasonido que presentaron aumentó su precisión desde un 92% a un 96% y además, puede reducir la realización de biopsias innecesarias.
Linda Moy, radióloga de la Universidad de Nueva York y parte del equipo de investigación, comentó: “Si nuestros esfuerzos para utilizar el aprendizaje automático como una herramienta de clasificación para los estudios de ultrasonido resultan exitosos, el ultrasonido podría convertirse en una herramienta más efectiva en la detección del cáncer de mama, especialmente como una alternativa a la mamografía y para aquellos con tejido mamario denso”, agregando que este desarrollo podría tener un fuerte impacto en su área.
Los investigadores continuarán trabajando en el perfeccionamiento de esta herramienta de inteligencia artificial. Los siguientes pasos contemplarán en su fórmula nuevos factores de riesgo, como la predisposición genética a este tipo de cáncer.