Son muchos los miles de personas que pagan a servicios «pirata» para ver fútbol, películas y otros canales a un precio muchísimo más barato que el oficial. Algunos de ellos ya están enfrentando problemas legales.
Estos canales IPTV (Internet Protocol TV, televisión por internet) pueden ser legales, ofrecidos por las propias operadoras de telefonía, o pueden ser distribuidos por canales no oficiales que ofrecen ese contenido, protegido por derechos de transmisión, a los suscriptores.
El caso es que durante los últimos meses hemos ido viendo varios casos en los que las autoridades han conseguido detener a los responsables de algunos de estos servicios IPTV pirata, y en Italia la persecución es realmente intensa.
La unidad de delitos contra la propiedad intelectual ya cerró la plataforma de software Xtream-Codes, responsable del 80% de las transmisiones ilegales del país, y luego empezaron a perseguir a los usuarios que pagaban por estos servicios.
De momento ya han denunciado a 1800 personas que enfrentan multas y posibles comparecencias ante los tribunales, así como a personas que se encargaban de distribuir la oferta, como un señor de 70 años que lo hacía con plataformas como TVSStreamingItalia e IPTVPanamaCity para vender paquetes de IPTV que ofrecen contenido de Mediaset Premium, Sky, Disney + y DAZN sin permiso. El señor en cuestión ganó unos 500.000 euros con el tema.
Cuando una persona entraba en contacto con este hombre, se registraban las direcciones MAC de sus dispositivos para liberar el acceso al contenido. El pago se hacía con transferencias bancarias directas y recargas con tarjetas prepagas, por lo que ha sido fácil encontrar a los clientes para denunciarlos, ya que fueron avisados por el propio revendedor de que en Italia era ilegal ver contenido con derechos exclusivos de esa forma (sabían que lo que estaban haciendo no era legal).
Las multas totales podrían alcanzar los 300.000 euros, pero no han dado detalles de cómo se distribuirán entre los acusados (si dividimos, sale a 166 euros por cabeza).
Es importante, siempre, verificar cuáles son las leyes existentes en cada país antes de contratar un servicio así, ya que lo del anonimato en la web es, en el 99% de los casos, un mito.