Europa ya tiene su propuesta legislativa para hacer del conector USB-C el conector estándar para móviles y otros dispositivos electrónicos, independiente de marcas y modelos, a falta, eso sí, de obtener la aprobacion definitiva por parte de los países miembros.
La Comisión Europea va un paso más allá, donde además de estandarizar al USB-C como conector común, también abarca la estandarización de la tecnología de carga rápida, de manera que los usuarios no se vean en la necesidad de contar con diferentes tipos de cargadores por la diferencia de las capacidades de carga admitidas por los dispositivos.
A este respecto, la propuesta legislativa también indica que no se incluyan cargadores en las cajas de los nuevos dispositivos móviles y otros dispositivos electrónicos, si bien si admite que en las cajas puedan venir cables USB-C incluidos por sus diferentes usos más allá de la carga.
En última instancia, se pretende reducir el volumen de residuos electrónicos derivado de la necesidad de contar con diferentes cargadores para la carga de diferentes dispositivos electrónicos, pese a que en los últimos años el propio mercado ha optado finalmente por el conector USB-C, no así con la carga rápida.
Se permitirá exceptuar a algunos tipos de dispositivos como los mini auriculares inalámbricos, relojes inteligentes o pulseras cuantificadores, que por sus particularidades, los fabricantes si podrán incluir cargadores en sus cajas.
Las miradas se dirigirán claramente hacia Apple, la cual sigue resignándose a adoptar el conector USB-C en todos sus dispositivos. De hecho, Apple ha vuelto a ser muy crítica con la propuesta legislativa de la Comisión Europea, pese a que la misma no es una medida «Anti-Apple».
Hay rumores que apuntan a que Apple podrá optar por llevar al mercado nuevas versiones de móviles sin puerto de carga, optando por la carga inalámbrica, aunque por ahora son sólo eso, rumores.
En cualquier caso, llegará un periodo de transición de dos años como mínimo tras la entrada en vigor de la nueva ley, prevista en principio para el año 2024, debiendo pasar antes por la aprobación del Parlamento Europeo.
De esta manera, la distintas marcas obtendrán el tiempo necesario para adaptarse a la nueva legislación, evitando que en un futuro, los usuarios acumulen un número de cargadores en sus cajones para sus diferentes dispositivos, debiendo adquirir cargadores y dispositivos electrónicos por separado.
A este respecto, las marcas también estarán obligadas a informar a los consumidores sobre la carga de los dispositivos, incluida la potencia necesaria y la posibilidad de que sea o no compatible con la carga rápida.
Todos los detalles están disponibles en la zona de prensa de la Comisión Europea.