Bill Gates es responsable por un grupo sin fines de lucro llamado Breakthrough Energy, grupo que ha conseguido recaudar más de mil millones de dólares de siete compañías, entre las que se encuentra American Airlines, Bank of America, Microsoft y General Motors.
El objetivo es invertir ese dinero en proyectos de energía limpia.
El dinero se ha entregado como subvenciones, acciones y compromisos para adquirir las tecnologías que se desarrollen.
La iniciativa ya tiene nombre. Se llama Catalyst, y gracias a ella se han realizado incluso asociaciones con la Comisión Europea, el Banco Europeo de Inversiones y el Departamento de Energía de Estados Unidos.
Combatir el cambio climático
La lucha para que podamos parar el cambio climático debe ser la prioridad número uno del planeta, y crear nuevas soluciones de energía limpia es fundamental para llegar a los resultados deseados. Eso solo se puede conseguir con asociaciones entre sectores público y privado, motivo por el cual Catalyst sigue buscando asociaciones que permitan mejorar el mundo en el que nos encontramos.
Catalyst
En el vídeo, Bill Gates comenta:
Para pasar de 51 mil millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero a cero, necesitamos cambiar la forma en que producimos casi todo en los próximos 30 años. Esta es la mayor oportunidad de innovación en la historia de la humanidad.
Algunas de las soluciones que necesitamos, como la energía eólica y solar, ya están comenzando a competir con los operadores tradicionales de combustibles fósiles para los que fueron diseñados para reemplazar. Pero para muchas de las tecnologías más nuevas, necesitamos reducir el costo y demostrar que funcionan en situaciones del mundo real. Por lo tanto, hay que invertir en plantas comerciales a gran escala, que a menudo son demasiado riesgosas para la inversión tradicional.
Necesitamos innovar, no solo en las tecnologías, sino en cómo los sectores público y privado se unen para construir esta escala.
Catalyst reúne a filántropos, gobiernos y empresas líderes para realizar inversiones audaces en tecnologías con grandes promesas pero con un largo camino hacia el éxito comercial.
Las prioridades ahora son cuatro tecnologías:
– Captura directa de carbono. Sacamos el carbono del aire y lo almacenamos donde ya no causará ningún calentamiento.
– Hidrógeno verde. Donde dividimos las moléculas de agua y usamos el hidrógeno para generar energía.
– Almacenamiento de energía a largo plazo. Podemos utilizar fuentes intermitentes como la solar, incluso cuando el sol no brilla.
– Combustibles de aviación sostenibles. Tomamos insumos biológicos, incluidos los desechos municipales, y los convertimos en combustible para aviones de reemplazo.
También se trabajará en reducir el impacto del carbono del acero y el cemento.
Esta nueva revolución industrial es más importante de lo que la mayoría piensa. No tenemos las bases para conseguir la tecnología necesaria para llegar a cero emisiones, y lo que hay es demasiado caro, inviable desde un punto de vista capitalista. Catalyst quiere que el dinero no sea un problema, pero aún falta mucho para que se transforme en una realidad.