Los gecos son unos animales impresionantes. Verlos moverse es algo hipnótico, pero ver a un robot imitarlo es algo de otro mundo.
La forma que tienen de saltar y de aterrizar en los árboles es casi única en el mundo. Se estrellan de cabeza contra los troncos de los árboles y se estabilizan con la cola, algo que en cámara lenta se puede comprobar perfectamente.
El caso es que hay un robot inspirado en los gecos, con una cola se puede quitar y volver a poner. Cuando el pie delantero golpea una superficie, el robot está programado para doblar la cola como harían los gecos trepadores.
Toda esta información se procesa a través de un microcontrolador en el hombro para después crear una señal que activa el motor para tirar de un tendón electrónico, empujando así la cola hacia la pared para desacelerar el cabeceo hacia atrás.
Es una solución que una vez más nos trae la naturaleza para que los ingenieros traten de imitarla. Con este movimiento es posible crear robots que puedan saltar y subir en lugares de difícil acceso, y eso podría ayudar a salvar vidas, aunque también podrían usarse para misiones militares o de espionaje.
Aterrizar desde el vuelo es difícil, no es sencillo cuando hablamos de metal y circuitos, pero si avanzamos en este sector, podríamos incluso tener transportes voladores capaces de aterrizar en un edificio vertical sin mucho esfuerzo.
El artículo explicando la técnica puede encontrarse en nature.com.