Coleccionar dibujos en formato digital y poder presumir de tener «un original» es la nueva moda que arrastra tanta polémica durante los últimos meses.
Hay gente que se gasta millones solo para poder presumir de ser el dueño de un archivo, del original, aunque dicho archivo se encuentre replicado millones de veces en Internet. Los defensores de este tipo de coleccionismo indican que es algo semejante a la compra de un cuadro original de un artista famoso, no importa que haya copias, ellos tienen el original. Los que lo encuentran ridículo comentan que no su puede comparar una cosa con la otra.
El caso es que ahora un niño de 12 años se ha hecho famoso por haber ganado más de 300.000 euros por dibujar ballenas de colores.
Ha sido en Londres, donde nacen las obras de arte pixeladas llamadas Weird Whales. Vende tokens no fungibles (NFT) en opensea.io, y son todo un éxito.
Es importante tener en cuenta que con las NFT las obras de arte se pueden «tokenizar» para crear un certificado digital de propiedad que se puede comprar y vender, pero no le dan al comprador la obra de arte real o sus derechos de autor, por lo que podrá seguir siendo usada en cualquier sitio web que lo desee.
De momento el niño, Benyamin Ahmed, guarda el dinero en forma de Ethereum, tal y como llegó, lo que significa que es una inversión en criptomonedas que puede subir o bajar con el tiempo.
Comentan en la BBC que el padre de Benyamin, Imran, es un desarrollador de software que trabaja en finanzas tradicionales, y fue él el que animó a sus hijos a comenzar a programar cuando solo tenían cinco y seis años.
Después de dibujar la ballena, utilizó su propio programa para crear el conjunto de 3.350 ballenas tipo emoji, ballenas que se venden en la web mencionada antes por precios que llegan casi a 3.000 dólares la unidad.