Para minar criptomonedas es necesaria una capacidad de computación realmente alta, y hay mucha gente que aprovecha las características de algunas tarjetas gráficas para realizar esa tarea.
A Nvidia no le hace gracia el tema, y ahora ha diseñado un plan para que dejen de revenderse sus tarjetas a precios enormes aprovechando la falta de stock de las mismas.
Por lo visto hay miles de personas comprando los últimos modelos de las tarjetas de Nvidia hasta acabar con el stock, y después las revenden a las personas interesadas en minar bitcoins y otras monedas, algo que, aunque pueda generar un beneficio económico para Nvidia, que lo vende todo, no está dentro de los planes originales.
Lo que harán será incentivar la compra de modelos anteriores, como la GTX 1050 Ti, que no sirve para el minado de Ethereum, pero además limitará la capacidad de las nuevas, sin que afecte a los gamers, pero haciéndolas inútiles para los que minan.
La RTX 3060 es una de las que ya han recibido ese límite con una actualización del driver. Han reducido la tasa de hash de la GPU, y la nueva RTX 3080 Ti vendrá limitada de fábrica, por lo que seguramente los mineros no comprarán todas las unidades en el primer día, como ya ocurrió con otros modelos.
A medida que sube el precio del bitcoin, los números resultan atractivos para los que quieren invertir en hardware para minar. Ya hay miles de grandes servidores dedicados al tema en lugares donde la refrigeración es más barata y la factura de la luz no pica tanto, y en las tripas de esos servidores siempre hay grandes tarjetas responsables por los cálculos matemáticos necesarios para el proceso.