Biden ya está en la casa Blanca, y ha heredado una enorme cantidad de problemas de las más diversas categorías (como suele ser habitual cuando alguien nuevo asume la presidencia de un país). Entre los problemas se encuentran algunos relacionados con el mundo de la tecnología, y vamos ahora a hacer un resumen de los mismos.
Entre las cuestiones tecnológicas que necesitan atención tenemos la complicada relación con China, el control de las grandes tecnológicas y la conectividad de muchos estadounidenses que siguen sin acceso a Internet.
– Evitar monopolios y restringir poder de las grandes tecnológicas. Tal y como destacan en El New York Times, este es uno de los principales problemas que deben solucionarse. Bajo la administración Trump, hubo investigaciones, juicios y disputas sobre el poder de Google, Facebook, Amazon, Apple y otras compañías tecnológicas. Se tendrán que revisar las acusaciones a Google y a Facebook de violar la ley para tener éxito, y es posible que crezcan más demandas para evitar el monopolio y favorecer a la competencia en un sector cada vez más dominado por unos pocos.
Muchos de los demócratas del Congreso critican que las cuatro principales superpotencias tecnológicas de Estados Unidos sean monopolios. De hecho, atacar al poder de las Big Tech es una de las pocas áreas de acuerdo bipartidista.
– Censura y libertad de expresión. No es algo nuevo, no nació después del cierra de las cuentas de Trump, es un tema que hace tiempo que está sobre la mesa y que debería tratarse de nuevo. Los argumentos se basan en una ley de Internet de 1996 que brinda a los sitios web cierta protección legal para lo que hacen sus usuarios, pero esta ley también protege los sitios web donde las personas comenten delitos, por lo que está claro que es necesario actualizar el tema.
– Relación con China. Problemas con Huawei, con Xiaomi, con TikTok… la administración Trump dejó un recuerdo inolvidable en este tema. El caso es que Biden parece estar de acuerdo con las preocupaciones de la administración Trump sobre las ambiciones de China en tecnología y otras áreas, pero no ha dicho mucho más que apuntar a una política más consistente y coherente. Lo único que se sabe es que apoya una mayor inversión gubernamental en tecnología estadounidense esencial para contrarrestar las ambiciones tecnológicas de China.
Aparentemente las restricciones con Huawei no terminarán tan pronto.
– Brecha digital. Aún hay muchas personas que no pueden acceder y pagar el servicio de Internet, especialmente en hogares rurales o de bajos ingresos. Una de las prioridades de Biden es ofrecer «banda ancha universal», pero no ha especificado cómo lo hará para conseguirlo. Parece ser que invertirán más en E-Rate, un programa para ayudar a las escuelas y bibliotecas a proporcionar acceso a Internet.
Son solo cuatro puntos de los muchos pendientes, puntos que afectan al sector global de la tecnología, no solo al de Estados Unidos. Estaremos, como siempre, atentos a su evolución.