Una funcional granja minera de Bitcoin ha sido lo que la compañía petrolera rusa Gazpromneft ha decidido añadir a su campo de perforación de petróleo en Siberia. Y es que la compañía ha comenzado a sacar provecho de sus emisiones de dióxido de carbono para usarlas como fuente de energía en las plataformas de minería de criptomonedas.
Si bien puede resultar una combinación inusual, esta iniciativa representa un intento por parte de la empresa de recuperar la energía desperdiciada y usarla a favor para transformarla en una criptomoneda lucrativa.
Una de las características que forman parte del proceso de perforación de petróleo es la liberación de gases inflamables como el metano. Estos gases son habitualmente quemados por las compañías petroleras con el fin de impedir que lleguen a la atmosfera, situación que genera la expulsión de grandes llamas.
Al final, se busca convertir el metano en dióxido de carbono, el cual resulta un gas de efecto invernadero menos dañino. No obstante, todo ese proceso genera un desperdicio de energía y calor, elementos que Gazpromenft busca aprovechar para generar criptomoneda.
Cabe destacar que no es la primera vez que un proyecto así es llevado a cabo por una empresa como Gazpromneft, ya que el año pasado una compañía de gas natural en los Estados Unidos tomó la iniciativa de abrir instalaciones similares haciendo uso de la energía resultante de la eliminación de los gases para sustentar centros de datos, entre los que estaban incluidas granjas de Bitcoin.
Si bien la empresa provee la infraestructura para llevar a cabo las operaciones de minería, este trabajo está siendo realizado por compañías mineras que envían su equipo a estas instalaciones en Siberia para generar su propio Bitcoin.
Hasta el momento el sistema parece estar dando resultados favorables. Esto, debido a que una empresa rusa generó en un mes 1,8 Bitcoin equivalentes a 50 mil dólares, obtenidos a partir de la quema de 49.500 metros cúbicos de gas excedente.