China acaba de aterrizar una nueva nave espacial en la superficie de la luna.
Se trata de la misión Chang’e 5, que recolectará rocas lunares para traerlas de regreso a la Tierra, siendo así parte de la primera misión de retorno de muestras de China.
China lanzó el Chang’e 5 el 23 de noviembre, y este domingo, ya en la órbita lunar, se separó en dos partes: un orbitador y una cápsula de retorno que permanecería en la órbita lunar, y un módulo de aterrizaje y ascenso que llegaría a la superficie un par de días después, hoy.
El módulo de aterrizaje ha aterrizado con éxito en un sitio cerca de Mons Rümker, una formación volcánica en la región de Oceanus Procellarum. Se cree que esta área alberga rocas lunares que son un par de miles de millones de años más jóvenes que las que trajo el programa Apolo.
Ahora la Chang’e 5 perforará el suelo lunar para obtener muestras del subsuelo.
En total quiere recoger al menos 1,8 kg de material de la luna. Una cuarta parte será de muestras subterráneas y las otras tres cuartas partes del material de la superficie.
El Chang’e 5 no está equipado con unidades de calefacción para proteger sus componentes más sensibles, por lo que solo podrá estar 14 días (la duración del día lunar) para recolectar muestras antes de que se estropeé por el frío.
En aproximadamente 48 horas, el vehículo de ascenso transportará las muestras lunares para un encuentro con el orbitador, que luego colocará las muestras en la cápsula de retorno y regresará a la Tierra varios días después. Al acercarse a la Tierra, el orbitador arrojará la cápsula de retorno, que debería aterrizar en Mongolia antes del 17 de diciembre.
Chang’e 5 es el tercer aterrizaje lunar de China, pero es la primera misión de retorno de muestras, uniéndose así a Estados unidos y la ex Unión Soviética, que también han traído rocas lunares a la Tierra.
Si tiene éxito, esta será la primera vez en 44 años que alguien ha realizado una misión de retorno de muestras lunares.