Parecía que Twitter iba a ser diferente, pero no: ayer comenzó a lanzar globalmente su particular concepto de historias efímeras, llamadas Fleets, para aquellos que quieran expresarse libremente pero no quieren que sus pensamientos, opiniones, momentos o aquella otra cosa compartida está disponible a lo largo del tiempo.
Y si ya llegan las historias efímeras, o como lo quieran llamar para que quede más cool, existe también la posibilidad de que puedan llegar otras funciones habituales de otras redes sociales que disponen de una estructura más convencional.
Abiertos a un botón de «no me gusta»
En este sentido, en medio de la conversación mantenida este pasado martes entre Kayvon Beykpour, líder de producto de Twitter, y Jackie Singh, experto en ciberseguridad, el responsable de Twitter llegó a indicar que está explorando la posibilidad de añadir un botón de «no me gusta», aunque de momento la prioridad se centra en la limitación de la difusión errónea, eliminar los bots, y también los casos de acoso.
Con ello, Twitter deja abierta la posibilidad de que en un futuro, los usuarios puedan mostrar su desacuerdo con algunas publicaciones con un botón en sentido negativo, ya sea llame «no me gusta» o cualquier otro nombre que quieran ponerle para mantener cierta diferencia.
Sus posibilidades de funcionamiento
Lo cierto es que actualmente existe la posibilidad de señalar al algoritmo que ya no se desea ver un tipo de contenido, sin tener que recurrir a bloqueos de cuentas u otras funciones de filtrado de contenidos.
De llegar en algún momento, que no sería a corto plazo, la principal diferencia sería que los usuarios podrían mostrar públicamente su desacuerdo a ciertas informaciones, aunque esta función podría permitir la reducción de nuevos contenidos similares en el futuro en las líneas cronológicas personales, o bien sería una función que actuaría simplemente como especie de voto, lo que también podría servir para las métricas.
No cabe duda de que Twitter ha ido evolucionando desde su concepto inicial, sin que por ello renuncie a aspectos que lo hacen particular.
Con el botón en sentido negativo, al igual que con los Fleets, pierde un poco de esa diferencia con respecto a las redes sociales convencionales, teniendo en cuenta que Twitter es más bien una plataforma de microblogging y no una red social tipo Facebook o LinkedIn.
Ya será cuestión de que los responsables se lo piensen bien, haciendo compatible la evolución de la plataforma sin renunciar a sus verdaderas señas de identidad que lo han hecho diferente desde su lanzamiento.