La Inteligencia Artificial forma parte de nuestro día a día, tanto en los buscadores de Internet como en el mundo del marketing, en los diagnósticos médicos o en los editores de fotos.
El poder aprender a partir de datos del pasado y poder llegar a conclusiones nos permite evolucionar mucho más rápido en muchos sectores, así como solucionar problemas que requieren atención inmediata, como el cambio climático.
Podemos crear algoritmos que importen grandes volúmenes de datos y consigan descubrir patrones, y eso puede ejemplificarse de varias formas en este tema:
– Ahorrar energía. Hay sistemas que ayudan a las personas a determinar cuándo deberían encender o apagar la calefacción o las luces basándose en el estudio de los hábitos del pasado. Este tema se puede escalar a grandes ciudades, tal y como presentan en este artículo:
[…] investigamos el papel de los peligros naturales, especialmente los incendios forestales, en la resiliencia del sistema de energía […] proponemos una estrategia descentralizada para una gestión resiliente de un sistema que utiliza almacenamiento distribuido y recursos de respuesta a la demanda. Nuestro modelo de alta fidelidad propuesto proporciona servicios públicos, operadores, y formuladores de políticas con una imagen más clara para la toma de decisiones estratégicas y preventivas.
– Se puede hacer un modelo del deshielo de los glaciares, así como predecir el aumento del nivel del mar. Estos números son importantes para poder actuar antes de que llegue «la sorpresa».
– Se puede analizar el impacto ambiental de los propios centros de datos, incluso de la propia IA, para encontrar formas más eficientes, desde un punto de vista energético, de trabajar.
En los últimos años se han escrito muchos artículos en diversas universidades de todo el mundo mostrando sistemas que ayudan a luchar contra el cambio climático usando la Inteligencia Artificial.
Uno de ellos hace referencia a la Inteligencia Artificial en la agricultura. Usando la IA los criadores pueden evaluar rápidamente que las plantas crecen más rápido en un clima particular y ayudar a las plantas a prosperar allí, y qué plantas, cuando se cruzan, producen una combinación óptima de genes para un determinado lugar, optando por rasgos que aumentan el rendimiento y eviten los efectos de un clima cambiante.
Otro se enfoca en la predicción del tiempo. La inteligencia artificial (IA) puede basarse en conexiones climáticas descubiertas para proporcionar advertencias mejoradas de las características meteorológicas que se acercan, incluidos los eventos extremos. Podéis leerlo en este enlace.
Son muchos los documentos que pueden consultarse para verificar que podemos usar las máquinas para acelerar la recuperación, pero es necesario algo mucho más potente que las matemáticas: educación y buena voluntad para hacer que duremos algunos miles de años más en este planeta.