Un dispositivo miniatura desarrollado por un equipo de investigadores de la Universidad Rutgers, del Estado de Nueva Jersey, ha hecho noticia estos días tras su lanzamiento al público. Se trata de un aparato que es capaz de medir en cuestión de minutos los niveles de trazas de plomo toxico presentes en los sedimentos del fondo de los puertos, ríos y otras vías fluviales. Esto representaría un método mucho más rápido respecto a las pruebas de laboratorio efectuadas actualmente cuyos resultados pueden tardar algunos días en ser revelados.
Es así como este dispositivo de laboratorio, que funciona a través de un chip, podría ser usado por municipalidades, universidades, escuelas de enseñanza primaria y secundaria, compañías de agua, guarderías y propietarios de viviendas para comprobar de forma fácil y rápida la toxicidad presente en sus suministros de agua. La investigación generada en torno a este dispositivo fue publicada en el IEEE Sensors Journal.
En este sentido, las muestras de sedimentos fueron el punto focal en el cual se centraron los análisis realizados en la investigación. El nuevo dispositivo se encarga de extraer el plomo presente en la muestra de sedimento para luego iniciar el proceso de purificación con ayuda de una película de óxido de grafeno para detectar el plomo.
El grafeno está formado por una capa de grafito de un átomo de espesor, siendo este un material que ha sido usado en el pasado en forma de sensores para detectar alimentos en descomposición.
Sin embargo, pese a la efectividad demostrada por el dispositivo en la detección del plomo toxico aún se requiere más investigación que refuerce su rendimiento y permita aumentar su durabilidad a fin de que a largo plazo, posiblemente en 2 o 4 años, pueda ser considerado como un producto con potencial para ser comercializado.
Los aspectos más técnicos y precisos de esta creación pueden consultarse en el artículo científico que los detalla.