Kodak se adentra en el negocio de la industria farmacéutica

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Kodak

La que fuera una de las compañías icónicas en la fabricación de productos fotográficos en la era analógica hasta la llegada al mercado de consumo de las cámaras fotográficas digitales, y posteriormente de los teléfonos móviles, llevándole en 2012 a la quiebra y posterior reestructuración, ahora da un nuevo e interesante giro adentrándose en el negocio de la industria farmacéutica.

Eastman Kodak acaba de recibir un préstamo del Gobierno de los Estados Unidos, a través de la Corporación Financiera de Desarrollo Internacional de Estados Unidos (DFC), de 765 millones de dólares, a devolver en 25 años, para la fabricación de componentes cruciales para la elaboración de medicamentos considerados como esenciales a través de la nueva división llamada Kodak Pharmaceuticals.

Con ello se pretende cubrir la escasez de medicamentos esenciales, sin depender de la importación de medicamentos de países como China y otros lugares del mundo, buscando además disponer de medicamentos a costes competitivos para la población.

Para la DFC, sólo un 10% de los componentes usados para la elaboración de productos farmacéuticos genéricos se fabrican dentro de los Estados Unidos. Kodak señala en una «carta de interés» que fabricará hasta el 25% de componentes farmacéuticos activos para la elaboración de productos farmacéuticos genéricos no biológicos y no antibacterianos.

La compañía apunta a que su incursión en el mundo farmacéutico le permitirá crear unos 360 empleos directos y 1.200 empleos indirectos. Además, ampliará las instalaciones que dispone en Rochester, Nueva York, y St. Paul, Minnesota, ambos en los Estados Unidos, para la llegada de su nueva división farmacéutica.

El mero anuncio de la inyección económica le ha permitido a la compañía disparar el valor de sus acciones en la Bolsa de Nueva York, llegando a alcanzar ya el 400% de subida.

Este acuerdo entre Kodak y el Gobierno de los Estados Unidos es el primero que llega desde que el gobierno estadounidense firmarse el pasado mes de mayo la nueva ley de Defensa que busca el fomento de la fabricación nacional de los elementos necesarios para hacer frente al Covid-19

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