Los usuarios de dispositivos Garming se han visto afectados desde el pasado jueves por culpa del ciberataque sufrido en la infraestructuras de la compañía que dan soporte a sus servicios en línea, causado por el ransomware WastedLocker, según ha podido confirmar la publicación BleepingComputer.
En un principio se pensó que se trataba de una caída de los servicios, en el que la compañía ha ido aludiendo a una simple operación de mantenimiento, según ha ido anunciando en sus redes sociales.
Pero nada más lejos de la realidad, ya que al final se ha tratado de un ciberataque por ransomware, como así han ido apuntando los rumores que han ido apareciendo estos días, en el que de manera extra oficial se ha podido conocer que el ataque ha consistido en el cifrado los datos de algunos de los sistemas de la compañía, exigiéndose a Garmin el pago de 10 millones de dólares para el desencriptado de los mismos, información que la compañía no ha llegado a confirmar.
Garmin trata de recuperarse poco a poco hasta tratar de restablecer la normalidad en todos sus servicios a lo largo de los próximos días, donde de hecho, algunas de las aplicaciones están comenzando a volver a funcionar, como es el caso de Connect.
Según acaban de anunciar, no sólo confirman ahora que han sido víctimas de un ataque externo, sino que además, en sus investigaciones no han encontrado indicios de que los datos de los usuarios hayan sido afectados, incluyendo la información de pago de Garmin Pay.
Apuntan a que durante el ataque, muchos de sus servicios, incluyendo funciones de su sitio web, el soporte a clientes, las aplicaciones para los clientes y las comunicaciones de la empresa, se han visto afectados, no así las funciones integradas en los productos Garmin, salvo la capacidad de acceso a los servicios en línea.
Por ahora, los sistemas afectados están recobrando poco a poco la normalidad, aunque la compañía reconoce la posibilidad de la existencia de retrasos la sincronización de los datos de los dispositivos con los servicios afectados.
Además, señalan que la interrupción generada por el ataque no tendrá impacto sobre sus operaciones o resultados financieros, donde de hecho, el regreso de los servicios afectados se está viendo reflejando en la recuperación de su valor bursátil al existente antes del ataque.