Hace algunos días destacábamos las capacidades de una cámara de acción miniatura que podía ser instalada sobre la espalda de un insecto para efectuar observaciones del entorno desde una nueva perspectiva.
Bajo esta misma premisa, pero en un contexto diferente, un grupo de investigadores bajo el mando de la Universidad de Adelaida y la Universidad Stuttgart recurrieron a la microimpresión 3D con el propósito de crear la cámara endoscópica más pequeña y flexible del mundo a fin de usarla para efectuar observaciones dentro de los vasos sanguíneos.
De esta manera obtuvieron un dispositivo parecido a una cámara con capacidad para ser insertada en los vasos sanguíneos y generar imágenes 3D de alta calidad, que permitan a los científicos adquirir una mejor comprensión de las causas asociadas a los ataques cardiacos y el desarrollo de las enfermedades cardiacas, a fin de poder crear un tratamiento más efectivo y mejores políticas de prevención.
Como se señala en el estudio publicado en la revista Light: Science & Applications el equipo de investigadores y clínicos a cargo lograron imprimir en el extremo de una fibra óptica una lente diminuta del grosor de un cabello humano, la cual, sería usada para escanear exitosamente los vasos sanguíneos de ratones
El grupo de diseño óptico y simulación de la Universidad de Stuttgart estuvo a cargo del Dr. Simón Thiele quien también fue el responsable por la creación de la pequeña lente.
En referencia al logro obtenido el Dr. Thiele expresó «Hasta ahora, no podíamos hacer endoscopios de alta calidad tan pequeños […] Usando microimpresión en 3D, somos capaces de imprimir lentes complicadas que son demasiado pequeñas para verlas a simple vista. Todo el endoscopio, con una carcasa protectora de plástico, tiene menos de medio milímetro de diámetro»