El Gobierno de España ya tiene su aplicación móvil de rastreo de contagios, dependiente de la API de Apple y Google, para evitar la propagación de contagiados por el coronavirus. Antes de ofrecerla a nivel nacional para el próximo otoño, el gobierno español llevará a cabo una prueba piloto en la isla canaria de La Gomera, impulsada por el Ministerio de Asuntos Económicos y de Transformación Digital, en coordinación con el Servicio de Salud de Canarias.
Esta prueba comenzará este próximo viernes y tendrá una duración de dos semanas, y consistirá en la simulación de un rebrote virtual en la capital de la isla de La Gomera con unos 300 contagiados virtuales, buscando que en la misma participen unos 3.000 ciudadanos, para que descarguen e instalen la aplicación para que puedan ser avisados en sus móviles en el caso de haber estado en contacto con algunos de los contagiados.
El Gobierno pretende evaluar los aspectos técnicos de la aplicación, así como la experiencia de uso, para realizar todos los ajustes necesarios antes de ponerla en circulación durante los meses de septiembre y octubre, aunque según fuentes gubernamentales, la última palabra para la adopción de la aplicación la tendrán las correspondientes comunidades autónomas.
Como ya explicamos anteriormente, la nueva aplicación, dependiente de la API de Apple y Google, utilizará la tecnología Bluetooth para su correcto funcionamiento, lo que permitirá el intercambio de identificadores anónimos directamente entre los diferentes dispositivos móviles, sin dependencia de un servidor central, cuando sus usuarios se encuentren a menos de dos metros de distancia en un periodo de tiempo de al menos 15 minutos, lo que permitirá a un infectado por Covid-19 enviar una notificación a todos aquellos que han estado en contacto con él.
España se sitúa de este modo en el cuarto país mundial en lanzar una prueba piloto con la API de Apple y Google, siendo además el primero en el que se tendrá en cuenta la experiencia de usuario, y el único que simulará un rebrote, teniendo un coste de unos 330.537 euros y será llevado por Indra, que se encargará del diseño, desarrollo y evaluación de la prueba.