Aunque hay algunos medios que están informando que las Universidades de Estados Unidos están obligando a los estudiantes a instalar apps para que sean rastreados, la información no es exacta, por lo que es importante analizar qué es exactamente lo que está pasando.
Por un lado, algunos centros, como la Universidad de Missouri, podrán usar los iBeacons de Apple para transmitir una señal Bluetooth al teléfono que pueda ayudar a determinar si un estudiante en realidad está en clase, pero no son todos los estudiantes (solo los atletas), y en algunos casos es opcional (parece que los nuevos ya no tienen la opción de elegir).
Efectivamente, los atletas están técnicamente obligados a usar la aplicación, y una nueva declaración de la universidad el lunes no solo afirma que es «completamente opcional» para los estudiantes, sino que la aplicación se está probando con menos de 2 por ciento del alumnado.
La aplicación que tendrán que instalar utiliza señales Bluetooth locales, no GPS, por lo que no sirve para rastrear a los estudiantes fuera de la escuela, solo sirve para determinar su asistencia en las actividades obligatorias.
Esta app, SpotterEDU, se está probando en casi 40 universidades, según ha dicho el fundador de la compañía y ex entrenador de baloncesto universitario Rick Carter al The Washington Post en diciembre. Según la noticia, han conseguido de esta forma tener más del 90 por ciento de asistencia en las clases por miedo a tener problemas por «hacer campana».
Por lo visto, una versión anterior de la aplicación tenía acceso a las coordenadas GPS, aunque solo fuera para que un estudiante compartiera su ubicación de manera proactiva con un maestro, pero no es lo que ocurre actualmente.
Hay otra empresa, Degree Analytics, que utiliza señales de Wi-Fi en lugar de Bluetooth para atender a 19 universidades adicionales, y otra, llamada FanMaker, que proporciona «puntos de lealtad» a los estudiantes que se quedan para ver los juegos deportivos de la universidad en el estadio.
No son apps para rastrear la posición de los estudiantes y sí para determinar su asistencia, algo semejante a lo que hacen las empresas cuando solicitan la identificación del empleado cada vez que se entra o se sale de la sala, por lo que no es necesario ser tan alarmistas.