La energía solar no es la solución para todo. Hay muchos sectores que necesitan cerca de los 1.000 grados para poder realizar su trabajo, como una fábrica de acero, por ejemplo, que podría quemar 1,5 millones de toneladas métricas de carbón en sus hornos en un año.
Las plantas de energía solar actuales pueden llegar a los 600 grados concentrando la luz solar en un solo punto, como si fuera una lupa gigante, pero hay una empresa llamada Heliogen que ha conseguido llegar a los 1.000 grados, lo que podría solucionar el problema expuesto y hacer más ecológicas las empresas de producción de acero, cemento y petroquímica.
Con sede en California, Heliogen ha recibido la atención de Bill Gates, quien ha invertido en el proyecto con la esperanza de que ofrezca una solución a un problema realmente complejo: La producción de cemento por sí sola es responsable de alrededor del 8% de las emisiones totales de CO2, más que las emisiones totales de cualquier país que no sea EE. UU. y China.
Heliogen utiliza una serie de espejos para reflejar la luz solar, pero lo hace con mucha más precisión que los sistemas actuales gracias a la visión por computadora y el procesamiento de imágenes. Cuentan con una serie de cámaras de alta resolución que miran todo un campo de espejos, y todas apuntan con mucha precisión al observar la posición de los espejos en tiempo real.
Bill Gross, fundador y CEO de Heliogen, comentó que es extremadamente ineficiente convertir la luz solar en electricidad y luego volverla a calentar, pero es muy eficiente tomar la luz del sol, concentrar el calor y usar ese calor directamente.
Ahora van a trabajar con socios industriales en lugares soleados, instalando sus equipos adyacentes a las plantas para proporcionar calor que pueda reemplazar cantidades masivas de combustibles fósiles. Solo funcionando de día, conseguirían reducir las emisiones del CO2 en un 33%.
Si las empresas compran el equipo directamente, el período de recuperación será de alrededor de dos a tres años, un plazo realmente atractivo.