Hay noticias que parecen salidas de libros de ciencia ficción, y esta es una de ellas.
Se ha producido un ataque coordinado con aviones no tripulados contra una instalación de procesamiento de petróleo , acabando con la mitad del suministro, en Arabia Saudita.
Informan en la BBC que ha habido un ataque de 10 drones que ha causado varios incendios en la instalación, afectando también a un campo petrolero cercano en Arabia Saudita. Los rebeldes hutíes se han atribuido el ataque, dirigido a Abqaiq, la instalación de procesamiento de petróleo más grande del mundo y al campo petrolero Khuaru, que produce alrededor de un millón de barriles de petróleo crudo por día.
La empresa responsable, Saudi Aramco, ha indicado que el resultado del ataque ha sido desastroso: la mitad de la producción diaria de petróleo de Arabia Saudita se había suspendido. En el vídeo de The Guardian lo comentan con detalle:
Los terroristas han usado drones para varios ataques en lo que va del año, no es el primer campo petrolero afectado, pero sí es el mayor. Los drones usados suelen estar llenos de explosivos y vuelan a gran velocidad hacia sus objetivos. Se han utilizado varios modelos, en este caso modelos sofisticados con alcance de cientos de kilómetros, según informó la ONU en enero.
Mientras tanto, en Twitter, el secretario de Estado de EE. UU., Mike Pompeo, dijo que no había evidencia de que el ataque viniera de Yemen y, en cambio, culpó directamente a Irán. Irán ha rechazado la acusación.
Si efectivamente han sido los hutíes, significa que tienen en manos drones de más de 15.000 dólares cada uno capaces de llevar la guerra a una dimensión diferente.
Drones de largo alcance llenos de explosivos, una vez la tecnología en manos de quien no la usa con responsabilidad.