Encuentran una nueva forma de generar energía de forma limpia

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tratamiento aguas residuales

Si bien las plantas de tratamiento de aguas residuales situadas en la costa pueden representar una alternativa desagradable para manejar los desechos provenientes de las ciudades, las mismas son necesarias para reducirlos y evitar su concentración.

Sin embargo, un nuevo estudio realizado por la Universidad de Stanford señala que estas plantas podrían resultar de gran utilidad al ser aprovechadas también para la instalación de sistemas generadores de energía Independientes y libres de carbono.

Una manera de hacerlo sería a través de la combinación del agua dulce, proveniente de las plantas de tratamiento, con el agua salada del mar donde, de acuerdo a los investigadores, se podría tener la capacidad para recuperar 18 gigavatios de electricidad en todo el mundo.

A pesar del provecho que durante décadas ha representado el obtener energía de los ríos mediante el control de su caudal, dirigiéndolo hacia unas turbinas para generar energía, con la implementación de este concepto de mezclar agua dulce y salada, estaría obteniéndose un aproximado de generación energética global de 2 Terawatts.

Al producirse la unión de estos elementos ocurre una situación conocida como gradiente de salinidad donde, en el caso de las aguas residuales provenientes de la planta de tratamiento, estas poseen una concentración salina 20 veces menor respecto a la del agua del mar. Esto significa que potencialmente cada metro cubico de agua dulce podría generar 0,65 kW/h de energía.

Aunque no representa una cantidad de energía considerable, los miembros del equipo de la Universidad de Stanford a cargo del estudio, indicaron que esta “energía azul” como la llaman, podría tener una gran repercusión a nivel local al ser aplicado en las diferentes plantas de tratamiento de aguas residuales.

Considerar el gradiente de salinidad como un recurso para generar energía no es una idea nueva, pero a diferencia de las propuestas anteriores, la del equipo de Stanford no depende de factores como la presión y la osmosis. Por su parte, el proceso generado por la combinación del agua dulce y salada hacen que ambas sean consideradas como una batería en la que se lavan los dos electrodos fabricados en Azul de Prusia y polipirrol.

Más información en news.stanford.edu.

Imagen de planta de tratamiento de aguas residuales de depositphotos

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