Desde la aparición del primer robot, el imaginario colectivo ha sido invadido con el temor de que en el futuro sus puestos de trabajo en oficinas y fabricas sean reemplazados por esta entidad cibernética.
Sin embargo, todas estas suposiciones siempre pasan por alto que los robots no solo podrían llegar a desempeñar labores como empleado, sino también como jefes de seres humanos.
Un centro de llamadas ubicado en Warwick, Estados Unidos, tiene muchos supervisores humanos, pero en sus computadoras cuentan con un software de Inteligencia Artificial desarrollado por Cogito, una compañía de Boston, el cual actúa como una especie de asistente, atento a cada una de las acciones llevada a cabo por el empleado frente al monitor al momento de recibir una llamada. En este sentido, el software realiza un conteo de cada llamada recibida por el empleado y la registra en un panel de estadísticas para ser posteriormente evaluadas por el supervisor humano.
De acuerdo con Joshua Fest, director ejecutivo de Cogito, el objetivo principal tras la creación del programa es mejorar el desempeño del trabajador para incrementar su efectividad y brindarle retroalimentación de sus funciones en tiempo real. La eficiencia siempre ha sido el objetivo en los procesos de automatización de una organización o empresa, pero actualmente se ha estado enfocando el uso de la Inteligencia Artificial en el mejoramiento del empleado subordinando sus acciones a esta tecnología.
En el caso de empresas como Amazon, esta utiliza algoritmos complejos para medir la productividad de los trabajadores en sus centros de labores donde, de acuerdo al resultado, de manera automática se activa el proceso de despido para aquella persona que no cumpla con los estándares de la empresa.
Otras empresas como IBM cuentan con Watson, una plataforma de Inteligencia Artificial que puede predecir a futuro el rendimiento de sus empleados llegando a cumplir sus predicciones con una tasa de precisión del 96%.
Este método para medir el desempeño laboral usando Inteligencia Artificial ha generado polémica por parte de detractores quienes señalan que someter la labor de un empleado al escrutinio de la Inteligencia Artificial puede llegar a ser deshumanizante, así como corre el riesgo de juzgar erróneamente su desempeño.
Puede haber mucha gente a favor, y mucha gente en contra, pero nadie puede ignorar que es una realidad que no tiene marcha atrás.