Una nueva empresa de nombre Skyline Robotics, de origen israelí, se ha dado a la tarea de realizar la labor llevada a cabo por aquellas intrépidas personas encargadas de limpiar las ventanas de los rascacielos. Ha creado robots para efectuar esta tarea, siendo estos operados por las personas a quienes remplazan.
En palabras de Yaron Schwarcz, CEO y cofundador de Skyline Robotics, la transición es el resultado de “Buen sentido y buena moral”, añadiendo también que “Tenemos muchos ingenieros, pero para operar el robot, contratamos ex limpiadores de ventanas.”
Esto es así debido a que considera que la experiencia de los limpiadores de ventanas resulta de mucha utilidad para convertirlos en supervisores del proceso de limpieza realizado por estos robots, asegurándose de que cumplan eficazmente su trabajo.
Estos robots poseen brazos y cepillos que remueven la suciedad, teniendo la suficiente autonomía para reaccionar eficazmente a una situación inesperada, como el abrir de una ventana. Todo ello, gracias a la implementación de una visión por ordenador y sensores táctiles, que permiten al robot realizar la limpieza y estar en todo momento en contacto con el edificio, a fin de detectar cualquier alteración en la superficie y poder actuar ante ello.
Dicha función esta reforzada también por un sistema presente en el robot, en el cual está instalado un plano de la superficie del edificio, donde se indican todos los elementos que rompen la uniformidad de la estructura, como salientes y topes, o cualquier otro obstáculo que pudiera interferir con el trabajo del robot.
En lo que respecta al proceso de limpieza, el robot de Skyline Robotics prescinde del jabón y emplea un proceso llamado ósmosis inversa. Este consiste en eliminar todos los minerales que posee el agua a fin de aprovechar sus propiedades naturales para remover la suciedad presente en los cristales del edificio, siendo esto considerado una alternativa “Ambientalmente neutral” según Yaron Schwarcz.
De acuerdo a Yaron Schwarcz, con el uso de este robot limpiador se tiene previsto reducir en más de un 10% el número de empresas existentes dedicadas al lavado de ventanas de rascacielos de manera convencional.