De acuerdo a un estudio llevado a cabo entre 2009 y 2017 por un equipo de investigación de la Universidad de Oxford, realizado a un grupo de 12 mil adolescentes del Reino Unido, sobre el uso de las redes sociales en situaciones de bienestar, se pudo determinar que la correlación entre ambos es mínima.
La finalidad del estudio es la de responder la incógnita acerca de si el tiempo de uso de las redes sociales por parte de los adolescentes está determinado por el nivel de bienestar que estos poseen.
Junto con esto, los investigadores hicieron un llamado a las empresas de social media a revelar datos sobre la manera en que las personas hacen uso de las redes sociales a fin de tener una mejor comprensión de la repercusión que tiene estas en la vida de los jóvenes.
De acuerdo a declaraciones ofrecidas por Andrew Przybylski y Amy Orben, profesores de la Universidad de Oxford y encargados del estudio, pudo llegarse a la conclusión de que, en los adolescentes, la satisfacción con la vida y el uso de las redes sociales no estaban íntimamente relacionados.
Esto significa que menos del 1% del bienestar de un adolescente está asociado al uso de las redes sociales lo cual hace que estas no sean consideradas un factor totalitario en su estado emocional. La mecánica del estudio consistía en preguntar a niños de entre 10 y 15 años cuánto tiempo empleaban en el uso de las redes sociales, así como su satisfacción en diferentes aspectos de la vida. Las respuestas obtenidas arrojaron mayor incidencia de las redes sociales en las niñas respecto a los niños pero con una leve diferencia.
A pesar de ello, los resultados no deben representar para los padres una señal de preocupación, según los investigadores, quienes ya tienen planeado concretar una reunión con las compañías de redes sociales a fin de generar una alianza donde ambos puedan aprender cómo las personas hacen uso de las aplicaciones más allá del tiempo que pasan en ellas.
Por otra parte, Amy Orben indico que las empresas de social media debían permitir el acceso a sus datos a través de la publicación de los mismos a fin de servir como fuente para la investigación independiente.
Además, expresó que junto con esto era necesario que fuesen tomados en cuenta otros factores relacionados con inconvenientes para llevar a cabo actividades cotidianas, tales como dormir, hacer ejercicio o compartir tiempo con familia debido a la priorización en el uso de las redes sociales.
