En la retina de muchos de nosotros quedará grabado el día en el que se perpetraron los atentados del 11 de septiembre de 2001. Este día marcó un antes y un después, incluso en las comunicaciones de los usuarios, ya que a raíz de estos atentados, se puso en marcha un sistema de vigilancia de las comunicaciones telefónicas de los usuarios en los Estados Unidos.
Ahora, según ha podido conocer la publicación The Wall Street Journal, la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) ha recomendado formalmente a la Casa Blanca el abandono del programa de vigilancia telefónica, esgrimiendo que las cargas logísticas y legales de mantenerlo superan los beneficios de inteligencia, según personas familiarizadas.
Se cuestiona la eficacia del programa de vigilancia telefónica
Será ahora la Casa Blanca la que tome la última palabra ante la proximidad de la renovación del programa, teniendo en cuenta que aún existen legisladores que se encuentren a favor de continuar con dicho programa, a pesar de que en los últimos tiempos se está poniendo en cuestión.
En este sentido, a principios del presente año, el asesor republicano de seguridad nacional del Congreso, Luke Murry, apuntó a que debido a problemas técnicos y de cumplimiento, la NSA no había estado utilizando el sistema de vigilancia en los últimos seis meses.
Se da la circunstancia de que la NSA fue anteriormente bastante partidaria de mantener el sistema de vigilancia argumentando que por motivos de seguridad nacional es vital la recopilación de los datos de las comunicaciones.
El programa de vigilancia se puso en marcha después de los atentados terroristas, recopilando millones de registros de conversaciones telefónicas y mensajes de textos de usuarios estadounidenses, hasta que Edward Snowden denunciara públicamente los detalles del mismo allá en el verano del 2013, motivando que dos años más tarde, una nueva ley exigiese una versión reducida de dicho programa.