En este vídeo podéis ver las características del Cat S61, un móvil que nos presentaron en el MWC y que llama la atención por la cantidad de sensores que tiene.
Tal y como podéis ver, se trata de un dispositivo con un público muy específico, ideal para quien trabaja en fábricas y minas, para arquitectos, para profesionales de la construcción… el sensor que mide la calidad del aire puede emitir alarmas si algo raro se está respirando, salvando vidas en muchos casos, el medidor láser puede hacer plantas de recintos en pocos minutos, con una app integrada de diseño «a lo CAD», y la cámara térmica es perfecta para identificar zonas calientes y frías, con márgenes de 0 a 400 grados.
Desde Cat phones nos hablaron bastante sobre los dispositivos robustos, con estadísticas que asustan:
El 99% de los compradores de teléfonos de empresa ha tenido que lidiar con daños en los teléfonos de su compañía en los últimos tres años, y el 86% dice que se han producido daños lo suficientemente significativos como para requerir reparación o reemplazo del dispositivo de un empleado. Las causas comunes que hacen que un teléfono quede inoperativo temporalmente son: la rotura de la pantalla (62%), la rotura física del propio teléfono (47%), daños producidos por el agua (44%) y fallos causados por la entrada de polvo o arena en el dispositivo (21%).
Este es uno de los motivos por los que la apuesta por móviles de la marca es cada vez mayor. El Cat s41 que hemos podido probar durante varios días, por ejemplo, es capaz de sumergirse bajo el agua para hacer fotos submarinas sin necesidad de capas de protección, y aguanta golpes que otro móvil no habría podido resistir.
En el caso del teléfono Cat S61, cuenta con hardware de grado militar (Mil-Spec 810G), capaz de sumergirse a profundidades de hasta 3 metros durante 1 hora, capaz de caerse desde 1,8 metros sobre una superficie de acero hasta 30 veces y en diferentes orientaciones, sin sentir el golpe.
Una generación de teléfonos para quien no puede arriesgarse a perderlo.