En Rusia están realizando un experimento planeado en el que será necesario desconectar el país de internet, según han comentado algunos medios (incluyendo la agencia de noticias rusa RosBiznesKonsalting).
Quieren reunir información para realizar modificaciones a una ley propuesta presentada en el Parlamento ruso en diciembre de 2018, una ley cuyo borrador ordenaba que los proveedores de Internet rusos debían garantizar la independencia del espacio de Internet ruso en caso de agresión extranjera, lo que permitiría desconectar el país del resto de Internet.
Indican que las empresas de telecos tendrían que ser capaces de redirigir todo el tráfico de Internet ruso a puntos de intercambio aprobados o administrados por Roskomnazor, el organismo de control de telecomunicaciones de Rusia, de forma que todo quedaría dentro de sus fronteras.
Este organismo se encargaría de inspeccionar el tráfico para bloquear el contenido prohibido, y garantizaría que ninguna información se envíe a servidores fuera del país, donde podría interceptarse.
De momento no han indicado cuándo realizarán las pruebas, pero se cree que antes del 1 de abril. El experimento ya se ha aprobado en una sesión del Grupo de trabajo de seguridad de la información a fines de enero, y parece que todos los proveedores de Internet estaban de acuerdo con los objetivos de la ley (aunque no lo estaban con su implementación técnica). La idea de hacer un experimento así es obtener datos a los ISP sobre cómo reaccionarían sus redes.
En 2017 ya se dijo que uno de los objetivos de Rusia era enrutar el 95 por ciento de todo el tráfico de internet a nivel local para 2020, y este experimento forma parte de dicho objetivo. Para conseguirlo tienen incluso una copia de seguridad local del Sistema de nombres de dominio (DNS), que probaron por primera vez en 2014, y nuevamente en 2018.