Investigadores de la Universidad de California en San Diego, diseñaron un biosensor muy pequeñito que puede medir el consumo de alcohol.
Es un chip pequeño, de un milímetro cúbico de tamaño, que se incrusta debajo de la piel, para monitorizar el consumo de alcohol, pensado en el contexto de centros de rehabilitación, según mencionan en su informe:
El objetivo final de este trabajo es desarrollar un dispositivo de control de alcohol y drogas rutinario y discreto para pacientes en programas de tratamiento de abuso de sustancias
Aunque este método de sensor inyectable puede resultar invasivo, consideran que puede resultar más eficaz para los controles de rutina, ya que los métodos tradicionales no son tan precisos, y exigen la participación del usuario.
Este dispositivo tiene un componente que estimula la transpiración en la zona donde esta colocado, y se inicia un proceso en base al sudor que permite medir el nivel del alcohol que la persona tiene en el sistema.
Según los comentarios que han compartido los investigadores, planean llevar este mismo concepto para detectar y monitorizar el consumo de otras sustancias, brindando más herramientas a los profesionales dedicados a pacientes en rehabilitación.
Podemos leer todos los detalles técnicos de este proyecto en el informe compartido por UC San Diego.