Sentarse en el sofá acariciando a la mascota puede ser muy relajante, pero algunos japoneses creen que sería mucho mejor si en lugar de una mascota fuese un robot peludo con cola.
Así es Qoobo, una especie de almohada robótica que reacciona a las caricias de diversas formas, moviendo la cola como si de un animal se tratara.
El sonido que emite es diferente en función de la intensidad de la caricia. Si lo golpeamos, hay quejas, y en algunos casos hay petición de caricia espontánea.
Apoyan la idea indicando que puede ayudar a los que no pueden tener un animal pero necesitan algún tipo de relación de este tipo, algo común en un país donde ya abundan los robots de compañía con aspecto humano.
La Terapia de la cola, así lo indican en el vídeo de presentación que os dejamos arriba.
La empresa responsable, Yukai ingeniería, ya tiene experiencia en aparatos de este tipo. En su web es posible ver desde muñecas a robots más tradicionales, así como orejas electrónicas y juguetes para niños pequeños.
En este caso Qoobo no pretende ser un juguete infantil, ya que su objetivo es llenar la vida de adultos solitarios y personas de la tercera edad.