Desde hace décadas la fabricación de materiales de cemento son los más fabricados en el mundo, y su fabricación es responsable por el 6 por ciento de las emisiones globales de carbono.
La demanda continúa aumentando, por lo que es necesario encontrar soluciones alternativas más ecológicas, y los investigadores del MIT han estado trabajando en ello.
Han encontrado una forma de producir cemento inspirada en la disposición jerárquica de bloques de construcción simples en materiales naturales. El equipo ha analizado una propiedad clave en el hormigón, a nivel de átomos individuales, que contribuye a su resistencia y durabilidad general, y han creado un modelo computarizado para simular el comportamiento de dichos átomos a la hora de formar bloques de construcción molecular dentro de un material de endurecimiento.
Estas simulaciones revelaron datos interesantes: es posible mejorar la adhesión y el endurecimiento mezclando ciertos aditivos como cenizas volcánicas, escorias de refinería y otros materiales, ayudando a construir estructuras más fuertes y ambientalmente sostenibles. De esta forma, entendiendo mejor cómo funciona el cemento a nivel atómico, será posible crear nuevas sustancias que realicen la misma función sin destrozar el medio ambiente.
Creen que pueden implementar ese tipo de tecnología usando materiales que están disponibles localmente, lo que permitiría reutilizar material en cualquier país.