Los proyectos que usan Inteligencia Artificial suelen sorprendernos a la hora de reconocer cosas en fotos, o de identificar tendencias, pero las posibilidades de esta tecnología son mucho más amplias, y en prowler nos explican lo que puede llegar a conseguirse.
Ofrecen su experiencia a la hora de crear plataformas inteligentes, que sean capaces de tomar decisiones, y lo hacen con sistemas con las siguientes características:
– Son autónomos.
– Aprenden de la experiencia.
– Utilizan modelos probabilísticos lo suficientemente flexibles como para generalizar situaciones novedosas.
– Se adaptan a entornos cambiantes perfeccionando sus estrategias en función de los datos.
– Actualizan continuamente sus modelos medioambientales en función de los datos recogidos durante el funcionamiento.
– Utilizan algoritmos de Refuerzo de Aprendizaje (RL) que puedan ayudar a estimar, contabilizar e incluso reducir la incertidumbre.
– Pueden hacer frente a las incertidumbres de cantidades finitas -incluso pequeñas- de datos.
– Pueden favorecer decisiones que devuelven información nueva a los modelos.
– Usan la teoría de juegos para operar en configuraciones multiagente.
– Puede cooperar – y competir – inferiendo lo que los humanos y otros sistemas de Inteligencia Artificial están tratando de hacer.
La empresa nació en esta área emergente del aprendizaje automático, y levantó 2 millones de dólares en una ronda de financiación a finales del año pasado. Cuenta con gran talento en sus filas, incluyendo los primeros y principales empleados de VocalIQ (Chatrath y Dr. Dongho Kim), una nueva empresa de AI adquirida por Apple apenas 13 meses después de su lanzamiento (su tecnología fue utilizada para construir la próxima generación de Siri). El tercer co-fundador, Aleksi Tukiainen, viene directamente de la escuela de postgrado en Cambridge, donde trabajó en métodos de aprendizaje de máquinas y sistemas de control.
Todo parece indicar que tenemos un gran jugador en esta categoría.