3 equipos de uso cotidiano que nacieron por medio de errores

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No creas que todas las cosas que utilizamos en nuestro hogar y lugar de empleo fueron creadas para ese fin. La tecnologí­a y los experimentos pueden arrojar resultados exitosos para el trabajo que se quiere obtener. Pero en otras ocasiones, los errores y casualidades pueden terminar en otro producto con diferente uso. Sea como sea, lo que se quiere es una innovación en el sector electrónico, y estos 3 equipos que presentamos a continuación lo lograron para su época. Incluso, forman parte de nuestras rutinas.

Realmente, al igual que nosotros, te sorprenderás al saber que estos 3 equipos de uso cotidiano no fueron creados para tal fin, sino más bien, surgieron a través de otras pruebas.

Las impresoras de inyección de tinta

 

Sí­, en primer lugar nombraremos uno de los dispositivos que más nos hacen llevar una vida laboral y universitaria sencilla al imprimir documentos, planillas y otros trabajos. Las impresoras de inyección de tinta se deben de agradecer a un ingeniero que formaba parte de la compañí­a japonesa Canon. Este personaje, logró descubrir el sistema comúnmente llamado Bubble jet. Este consiste en generar calor en unas resistencias, que dan a su vez, el calentamiento a la tinta. Después de ello, la temperatura forma una burbuja dentro de la boquilla de impresión que busca su expansión y salida hacia la superficie, de allí­ sale la impresión.

Lo interesante es que el sistema no se descubrió así­ por así­, sino que el ingeniero ubicó su pluma de escribir sobre la plancha, dando como resultado al cabo de unos segundos, la emisión de tinta por parte de su pluma.

El teléfono

 

Alrededor del año 1876, el cientí­fico Alexander Graham Bell, de origen escocés, laboraba para una escuela de sordos. Estando allí­, sus ganas por crear un dispositivo que pudiera enviar y transmitir sonidos utilizando la electricidad eran incesantes. Por ello, después de investigaciones y experimentos dio lugar a lo que hoy utilizamos como principal medio de comunicación, claro, nada más con una que otra caracterí­stica actual, los mensajes, por ejemplo.

Un par de dí­as después de haber sido patentado el equipo, el cientí­fico Alexander Bell lograba transmitir la primera frase del texto: “Sr. Watson, venga aquí­; quiero verlo”. Esta frase serí­a emitida a su ayudante Thomas Watson.

Con esto queda evidenciado que el origen del móvil era exclusivamente para sordos y la emisión de mensajes para ellos, en ningún momento se pensaba para lo que hoy conocemos y tanto agradecemos.

El microondas

 

Cuando llegamos tarde al hogar y la comida está más que frí­a, ¿Qué utilizamos para calentarla? Pues seguramente el microondas. El descubrimiento de este equipo se lo debemos a un chocolate y a Percy Spencer, un ingeniero estadounidense que formaba parte de la compañí­a industrial Raytheon. Este profesional contaba con innumerables magnetrones (un equipo que pasa la energí­a eléctrica a microondas electromagnéticas) en el área donde estaba ubicado.

¿Y qué tiene que ver el chocolate? Bueno, en una oportunidad, Spencer contaba con un chocolate en uno de sus bolsillos, pero al cabo de unos minutos pudo observar como la tableta se derretí­a al estar posicionada frente a uno de sus aparatos. Así­ que después de investigaciones, pudo perfeccionar el dispositivo de microondas electromagnéticas de baja intensidad para su utilidad en el sector alimenticio.

Sin duda alguna, son muchos más los aparatos electrónicos que han surgido por medio de casualidades. Si conoces algún otro, puedes hacérnoslo saber.

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